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Creo que mi otro papá... Es un poco imbécil.

—Eso es tan absurdo como que un hombre pueda quedar embarazado —rio.

—A ver, biológicamente es casi imposible —pronunció su compañera—. Pero-

—¿Cómo que casi imposible, Aylen? ¡Es imposible, tonta! —rio, interrumpiéndola—. Y no sólo biológicamente, sino también fisiológicamente. Para que un bebé pueda formarse, se necesita de un útero, ovarios y óvulos, órganos que el hombre no tiene. Los hombres tienen testículos y espermatozoides, sin útero.

—Dah, obviamente, Matthew —rodó los ojos Aylen—. Pero muchas veces existen malformaciones genéticas, dónde los individuos pueden nacer con ambos sexo.

—Pero uno de ellos está atrofiado, por lo cual no tiene función —pronunció con obviedad el moreno—. No le busques la vuelta, los hombres no pueden llevar un embarazo.

—Pues... Mi abuela una vez me contó una historia —pronunció su otra compañera que se había mantenido callada hasta el momento—. Ella nos contaba que cuando era niña, su abuela les contó que un chico tuvo a un bebé. Qué ella misma lo ayudo a parir.

—Son historias de viejos de campo, Marlene —le dijo Matthew, rodando los ojos—. Son los mismo que creen en brujas, chupas cabras y ese tipo de cosas. Quizás la mujer que la abuela de tu abuela ayudó, tenía un clítoris muy grandes que confundió con un pene.

Qué escéptico resultó ser mi otro papá...

***


—Es un poco absurdo que me pidas una ecografía "ginecológica", cuando tú eres un chico —sonrió confundida una joven morena.

—S-Sí, yo sé que eres practicante, y... Creí que sería interesante.

—Pues sí, no veremos más que tu vejiga y los intestinos de la región pélvica —sonrió preparando todo—. Ven, acuéstate en la camilla.

Catalina estaba en último año como ecografa, y Alex la había conocido también en la fiesta. No habían hablado mucho, pero estaba tan desesperado, que la buscó en una de sus prácticas.

—Lo sentirás un poco frío, es normal —sonrió, colocándole el gel.

Alex sólo tenía la vista en el monitor, especialmente cuando Catalina colocó el transductor sobre su vientre.

—Bueno, aquí se puede una porción del intestino grueso —le dijo señalado el monitor—. Y por aquí...

Miró confundida la imagen y movió un poco más el transductor, negando con la cabeza.

—Am, creo que algo está mal con el equipo.

¡Ese soy yo, papi!

—¿P-Por qué lo dices?

—Porque... Me aparece un saco gestacional —murmuró aturdida, al volver a pasar el transductor.

Los ojos de Alex se aguaron y se cubrió la boca. Catalina lo observó, aún más aturdida.

—¿C-Cómo...?

—Te juro que no sé yo tampoco como —sollozó.

¿Cómo que no sabes cómo ocurrió, papi?

—P-Pero eres un chico, Alex.

—¿Y crees que eso no lo sé? ¡Me estoy volviendo loco! Hace casi dos semanas atrás me realicé una prueba de embarazo, lo hice en forma de broma, ya que tenía los síntomas de una embarazada ¡Y dió positivo! Ni yo puedo entender como es posible.

—Debo decir que es imposible, pero está ecografía demuestra lo contrario —pronunció aún aturdida—. Alex ¿Te das cuenta lo que esto significa para la ciencia?

—¡No! Por favor no cuentes nada —le dijo desesperado—. No sé que podrían ser capaz de hacerme si el gobierno o lo que sea se enteran, a mí o al bebé. Por favor, Cata, promete que no dirás nada.

—E-Está bien, pero ¿Cómo harás? No sabemos si podrá lograr desarrollarse, o como será el momento del parto, no sabemos nada, Alex.

—Necesito que me a-ayudes a encontrar un médico de confianza, por favor —le pidió suplicante—. Eres la única que lo sabe.

...

Papá No Soy Un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora