Papá No Soy Un Error

XVI

—¿S-Sabes hacer esto?

—Por supuesto, he hecho varios cursos de inyectables —le dijo serio, preparando todo para sacarle una muestra de sangre.

—¿Y con mi sangre basta?

—Sí, existen otros métodos pero son invasivos —pronunció tomando un algodón, mojándolo con un poco de alcohol.

—¿Qué quiere decir eso?

—Que tendrían que tomar una muestra de líquido amniótico, y... Olvídalo —pronunció con fastidio—. Si te digo que esta es la mejor opción para ti, es por qué lo es. Cuando yo te diga, aprieta la mano.

Alex asintió con la cabeza, mientras Matthew le colocaba un elástico en el brazo, y le pasaba luego el algodón sobre la línea flexora.

—Esto debe ser muy difícil de aceptar para alguien que está estudiando medicina.

—Lo es, nadie lo creería. Aprieta el puño —le dijo antes de clavar la aguja—. Pero qué más da, ahora estoy comprobando que es verdad. Ábrelo suavemente.

Tomó la muestra y luego le colocó un algodón sobre el pinchazo, haciendo que Alex lo sostuviera.

—¿No se va a contaminar o algo así?

—No, sé lo que hago. Espera acá —le dijo antes de pasar la sangre a otro recipiente y salir del consultorio.

Alex se observó el brazo y luego suspiró. Él no tenía dudas de que era de Matthew, había sido con el único muchacho que había estado en ese periodo y que no se había cuidado.

—Cuando salgamos de aquí, iremos con Marina, antes de ir a comer algo. Estoy seguro que tú también estás hambrienta —suspiró, tocando su panza.

Unos minutos después, el castaño volvió al consultorio.

—Ya puedes irte.

—¿Cuándo estarán los resultados?

—No me lo han asegurado aún, pero lo pedí para lo antes posible. Tengo que rentar un departamento y comprar las cosas para su llegada. ¿De cuántos estás ya?

—Seis meses ¿Y por qué alquilar un departamento? Tú tienes una casa.

—Ni que fuera a vivir con la criatura tampoco —pronunció con una sonrisa cínica.

—Pero tú dijiste que la cuidarías.

—No, yo dije que le pondría una niñera, no que yo la cuidaría. Tendrá una niñera las veinticuatro horas que se hará cargo de ella.

—O sea que la criará una desconocida.

—No es muy diferente a lo que tú querías hacer, con la diferencia de que yo contrataré a una persona especializada en esto, y sabré en todo momento con quién y en dónde está.

***

—¿Te sientes bien, Alex? Te noto algo pensativo, distraído.

El rubio asintió con la cabeza, mirando hacia abajo luego. Estaba sentado en la camilla y Marina ya le había realizado el control diario.

—Sí, sólo... No lo sé.

—¿Qué no sabes? ¿Quieres contarme?

—Matthew apareció, me pidió una prueba de parentesco con la bebé.

—¿Por qué? ¿Planea hacerse cargo de ella ahora?

—Sí, él se quedará con la niña. Sé que tendrá una buena vida, no le hará falta nada. Matthew es de una familia muy... Muy bien posicionada, tiene los medios económicos para darle todo lo que necesite.

—Es bueno saber que él quiera a la pequeña.

—No la quiere, Mari, él sólo quiere a la niña para que nadie más sepa que yo puedo gestar. De cierto modo, creo que quiere controlar lo que pueda llegar a pasar a futuro y evitarlo.

—Supongo que tiene miedo de lo que puedan llegar a hacerle a la bebé.

—No creo, a él no le importa nadie más que si mismo. Ni siquiera la criará, le pondrá una niñera que se encargue de ella.

—¿Y tú qué piensas hacer, Alex? ¿Ya pensaste bien esto? ¿En verdad quieres renunciar a ella? Porque si tú te niegas, nadie puede quitártela, ni siquiera él.

...