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—No puedo.

—Es sólo firmar un papel, nada más que eso.

—Tú no lo entiendes, Matthew. Para ti es sólo firmar un papel, pero... Pero para mí es más que eso.

—¿Por qué?

El rubio desvió la mirada, apretando los labios. ¿Era tan idiota que jamás había notado sus sentimientos? No, no lo era, simplemente a Matthew no le interesaba.

—Si no me dices que estás pensando, yo no puedo saberlo.

—Esa noche que acepté irme contigo, de tener sexo en el baño, lo hice porque me gustaste —le dijo en un tono bajo, sin mirarlo—. Tienes esa sonrisa tan... Tan atractiva, que sólo provoca perderse en ella. Al igual que tu mirada, tan segura, tan soberbia. Me gustaste tanto, que creí que yo también te gustaba del mismo modo, después de que volvieras a llamarme, pero esta vez para ir a tu casa.

Matthew lo observó en silencio, sin moverse de su lugar, dejándolo expresarse.

—C-Creo que de una forma muy estúpida, inocente, me enamoré de alguien que no existe, que idealicé. Imaginé tantas cosas que podríamos vivir juntos. Y lo intenté, intenté tanto durante el embarazo de Luz que tú formaras parte de nuestras vidas. Q-Que... Nos quisieras.

Su voz se quebró y se mordió el labio inferior, respirando profundo para no llorar.

—P-Pero tú no puedes hacerlo, t-tú no puedes quererme. Y aunque sea falso, no quiero h-hacerlo. No voy a-

Lo tomó del rostro, interrumpiéndolo, y lo besó... No era fácil, no quería pensar en lo que las palabras de Alex le estaban causando.

O quizás sí, porque bisexual sonaba mejor que gay.

El rubio lo alejó de él, negando con la cabeza, negándose a mirarlo, derramando varias lágrimas en silencio.

—Alex.

—M-Me quiero ir.

***

Observó a Luz, quien lo estaba mirando también, mientras se alimentaba, sosteniendo uno de los dedos de Alex, cómo siempre solía hacer mientras comía.

Papi luces triste.

Respiró profundo y bajó hacia la frente se la niña, dándole un beso suave, seguido de un par más.

—Te amo demasiado, eres mi vida entera, hija —le susurró—. Y no voy a hacer una estupidez para darte lo mejor. Perdón si me equivoco una vez más, Luz, estoy intentando hacer las cosas bien.

No se casaría con Matthew, no importaba si la bebé no llevaba su apellido, si no tenía los mismos beneficios que el otro bebé. No quería unirse a un hombre como Matthew, sin importar que fuese una unión falsa.

Hablaría con Catalina, quizás ella o su tía podrían ayudarlo a conseguir un alquiler. Por su parte, seguiría trabajando, cómo lo estaba haciendo hasta ahora.

De cierto modo entendía a los padres de Matthew, que desconfiaran, ya que la madre de su otro hijo había actuado como una completa oportunista. Pero él les demostrarían que estaban muy equivocados al insinuar que era igual.

***

"—¡Es increíble que deba cambiar de número cada vez que tenga que comunicarme contigo!"

—Si hubiese sabido que eras tú, ni te atendía —pronunció con fastidio, dejando de lado por un momento los libros que estaba estudiando.

"—Ramsés-"

—¿Qué parte de que no me interesa ese niño no entiendes? —la interrumpió.

"—¡Está internado de nuevo, hijo de puta! ¡¿Puedes dejar de ser tan mierda por una vez en tu vida?! Tu hijo está muy delicado."

—Tiene la mejor cobertura que este país puede ofrecer, no sé para que me llamas, yo no puedo hacer nada.

"—Sí, sí puedes hacer. Él necesita ahora del apoyo de su familia, sentirse contenido, querido."

—¿Es una broma? ¿O es que eres así de estúpida en verdad? Yo no lo quiero ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir, maldita enferma? ¡Me importa una mierda tu hijo!

—¡Matthew! —exclamó Alex entrando a la habitación del castaño, con el ceño fruncido luego de escucharlo decir aquello.

El muchacho cortó la llamada y miró molesto a Alex, antes de dejar el celular de lado.

—¿Estabas hablando con la mamá del bebé?

—No estoy de humor ahora, Alex —le advirtió.

—No me interesa, Matthew. ¿Cómo puedes decir algo así de tu hijo? Maldita sea, imbécil, esa criatura es un bebé pequeño, que no tiene culpa de lo que ustedes hicieron.

—Alex —masculló.

—Le estás haciendo el mismo desprecio que tu padre te hizo a ti ¡Recapacita de una maldita vez!

...

Papá No Soy Un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora