CAPÍTULO 08

185K 11.8K 5.4K
                                    

✧✧Efímero✧✧

Venus

Mi cabeza sigue esforzándose por recordar cada puerta, pasillo o conducto de ventilación que posee la propiedad en la que debo entrar a petición de mí jefe «¡UN JODIDO BÚNKER!».

¡Esas casas son como una bóveda!

Un paso en falso y las alarmas se activarían y quedaría encerrada ahí dentro «Esto debe salir perfecto» por suerte me facilitaron el plano en una Tablet. Al menos Mario es condescendiente, pero el Alpha... Él cree que mi cabeza es una copiadora como para grabarse semejante propiedad en menos de tres días.

Puede que, con mucho esfuerzo, lo consiga, pero no puedo apresurarme, todo debe ser bien organizado y estudiado.

Mientras ellos hablaban sobre no sé qué, me mantuve en la mesa mirando el holograma, pero no resultó para nada fácil, no lo es cuando estás con ganas de follar y sientes que tu canal incómoda a causa de la humedad «Las mujeres también la pasamos mal cuando quedamos con ganas».

Intento no recordar lo de hace unas horas, son las 9 de la noche y heme aquí al lado del auto que espera por el Alpha quien irá a una cena de negocios en un restaurante privado. Obviamente debe llevar escoltas y esta vez debemos asegurarnos de resguardar y vigilar el área para evitar posibles ataques.

Mando a todos a sus posiciones cuando sale acompañado de la misma chica de la tarde; camina dos pasos detrás de él como si no pudiera ir a su lado. Mario se fue y por ende, trato de ayudar al sujeto encargado de la seguridad del jefe, la cual también me corresponderá si sale bien el robo al búnker, aunque él siempre será el de confianza, obvio.

Las dos primeras camionetas se ponen en marcha y subo al asiento del copiloto cuando también lo hace el antipático que ordena que arranquemos porque no quiere llegar tarde. El otro vehículo, asegura la retaguardia y me mantengo pegada en a la tablet que me muestra si algún auto nos sigue o si algún helicóptero aparece.

Es mi primera vez en Canadá y, a decir verdad; me gusta mucho esta ciudad «Montreal».

Las calles son una mezcla de lo antiguo y lo nuevo, con una gran variedad de estilos arquitectónicos en las casas, edificios y establecimientos. Me recuerdan mucho a Londres, aunque no fueron muchas las veces que estuve allí. Normalmente me la pasaba metida en La Fortaleza de Pakistán, llena de entrenamiento. Salía solo cuando comenzaron las pruebas de espionaje, asesinatos y ataques.

El auto se estaciona en frente del restaurante y bajo rápido, abro la puerta por donde baja el Dios insuperable que no mira ni para los lados; se apresura a entrar, llamando la atención de las mujeres que lo notan, y no es para menos, lleva un jodido traje que lo hace lucir como un magnate, elegante y sexy. Porque a pesar de tener 27 años, tiene mucha madurez física.

La mujer que vino con él, lo sigue y juro que me provoca decirle que tenga tantito de valor por ella misma, o sea, es.... no lo sé. Pero a él parece importarle un quintal de mierda, pues ni siquiera la mira o se molesta en ver si bajó del auto para entrar también.

Ya veo que ni siquiera siendo la hija del ministro de defensa del país, consigue que el Alpha la trate más o menos bien. Aún no he visto a la primera persona que consiga un buen trato de su parte.

«Típico de hombres como él, solo se preocupan por ellos, por conservar la imagen de poder y grandeza con la imparten terror y doblegan a los demás»

Entro al estableciendo, me quedo en un sitio con buena vista panorámica, para poder mirar hacia la mesa en donde toman asiento. Varios sujetos y mujeres, se levantan a recibir al hombre que solo se sienta y deja que le llenen la copa que le ofrecen.

APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora