CAPÍTULO 53

91.2K 7.8K 2.8K
                                    

✧✧Sálvame✧✧

Venus

Intento abrir los ojos, pero las frías gotas de la lluvia impactan en mi cara, restándome más visibilidad, mi cuerpo y mi piel se erizan por culpa del frío tortuoso que me envuelve, haciéndome estremecer con el dolor que incrementa, devolviéndome la consciencia.

Aprieto los labios, el flashback de hace unos minutos regresa y... Caigo por el barranco, mi cuerpo gira sin control, golpeándose con las rocas, las ramas, la lluvia no cesa, la oscuridad me cubre a medida que ruedo cuesta abajo cayendo en el río que corre con mucha intensidad, arrastrándome e intento subir a la superficie, pero no puedo, el aire empieza a desesperarme hasta que...

Soy frenada por un tronco a la vez que una rama se clava en mi brazo, perforando mi carne como un puñal afilado que va cortando, debilitando cada músculo y alterando los nervios que se descomponen cuando siento que la mitad del cuerpo se me adormece, la corriente me sigue llevando, me golpeo la rodilla, la lluvia empeora, subo consiguiendo algo de aire. No puedo nadar bien y vuelvo a hundirme hasta que pierdo la consciencia.

La mano la llevo hasta mi brazo, aún tengo un pedazo de astilla enterrada en mi carne, dejándome sin posibilidad de moverme porque con solo tocarlo, siento un dolor horroroso.

El frío no ayuda, cada estremecida conlleva a moverme sin querer y eso aviva más el dolor punzante que me hace temblar los dedos que poco a poco dejo de sentir.

«Debo sacarla» repite mi cabeza. Tomo una bocanada de aire acumulando fuerzas y... ahogo un grito mordiéndome el labio, la mano me tiembla al sentir la tibieza de mi sangre pero debo sacarla y para eso, reúno más fuerzas, volviéndolo a intentarlo hasta que sale y puedo dejar caer la cabeza en el lodo, en busca de recuperar algo de fuerzas.

Abro los ojos, las nubes grises adornan el cielo y como puedo rompo la bucanera sacando una tira que difícilmente me ato en el brazo, haciendo presión.

Cada esfuerzo me debilita el cuerpo, todo me duele debido a la caída, debo tener muchos moretones y rasguños ya que en partes específicas siento ardor y dolor cosquilleante.

La rodilla es uno de los tantos problemas que me frenen cuando intento sostenerme con el codo del brazo sano, sin embargo, me siento muy adolorida, vuelvo a intentarlo, pero, el golpe debió ser muy fuerte porque la pierna también me duele igual o peor que la herida.

Estoy en la orilla del río que en cualquier momento puede llevarme de nuevo si la creciente sube. Quiero moverme, buscar una jodida solución, pero no siento el intercomunicador en mi oído y el brazalete no enciende. Hago el amago de reincorporarme, el dolor me nubla la vista no sé por cuánto tiempo y vuelvo a caer en el desmayo.

Sus ojos azules como el relámpago me miran con ese mismo detenimiento de cuándo va a preguntar algo que me pondrá entre la espada y la pared.

Meto los dedos entro su cabello mojado por el agua del jacuzzi en el que seguimos desde hace un buen rato, disfrutando del sol de las Bahamas, el olor a playa y la travesía que lleva el yate alejándose cada vez más.

-Creo que podría acostumbrarme a estas semi vacaciones de amantes - comento, sonriendo de medo lado, mira mis labios, luego mis ojos haciendo que mi entrepierna lo aclame otra vez- No está tan mal, no descanso en ningún momento, pero si cuando nos desaparecemos gracias a ti.

Sonríe al deslizar las manos por mi espalda, deshace el nudo de la parte de arriba de mi bikini, dejando mis pechos expuestos para él.

-Menos charla y más acción -me dice, demostrando que no quiere otra cosa que no sea cogerme.

-¿Siempre tendrás afán? ¿Nunca podremos platicar aunque sea cosas estúpidas?

Se encoje de hombros.

APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora