CAPÍTULO 29

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✧✧¿Qué demonios haces?✧✧

Herodes

El whisky va y viene, como también los bailes de las mejores prepagos que tiene la ciudad; mujeres profesionales haciendo estriper y consintiendo a sus clientes preferidos.

Llevamos horas viendo cómo bailan, se tocan e intentan darnos los mejores shows privados mientras nosotros platicamos sobre trabajo y más trabajo, son aproximadamente las tres de la mañana o no lo sé, no llevo reloj puesto y el teléfono lo dejé en la habitación.

Los hombres que tengo en frente, siguen hablando y me levanto a servirme un trago.

—Se supone que tú deberías estar en Miami por la semana de la moda en la que tu esposa es patrocinadora —le habla Kaleb a Dwayne..

—Sí, pero es durante una semana, además ya estoy cansado de tanta moda, veré si voy el último día— le responde, cansado.

Ambos tienen putas a los lados, mientras que algunas les bailan en frente, por mi parte deje una para mí la cual se mantiene arrodillada en frente del sofá en donde me dejo caer dejando que vuelva a acariciarme las piernas por encima del pantalón. No tolero que haga otra cosa.

Capto a Mario cuando sale del pasillo con dos mujeres, ambas visten sexys prendas íntimas y por lo visto ya lo consintieron.

—No está mal un pequeño descanso —comenta y ellas se ríen— No me quejo.

—Y ambas están como Dios manda —le dice Dwayne— hembras dignas de estar aquí.

Kaleb lo apoya y es que ambos no saben ser fieles, ningún Blackwood sabe el significado de la palabra y tampoco la ponemos a prueba.

—Terminé las llamadas sobre el tratado —me hace saber Kaleb.

—¿Qué te dijo Jayden?

—Regresa pasado mañana, pero tú madre lo tiene básicamente entre la espada y la pared, sabes cómo se pone con eso de los desfiles.

Lo sé perfectamente.

—Ksel me envió un mensaje, ya se terminó de encargar de los problemas —termina.

—¿Tiene los informes?

—Esos se los di a tu sexy guardaespaldas, todo está en un maletín —me informa Dwayne.

Que me la mencione no me ayuda con las ganas que tengo desde que la vi al llegar a la empresa.

— Por cierto, esa mujer debe ser temerosa para seducir en los trabajos encubiertos —comenta Kaleb— ¿Es buena?

—Es la mejor, no es para menos con ese cuerpo y ese rostro, es mi aprendiz estrella, tiene bien ganado el puesto de segunda al mando cuando no estoy —sigue Mario.

Dwayne se ríe antes de darle un sorbo a su vaso.

—Con que un arma mortal, eh.

—Además de ser letal...

—Excitante, muy excitante diría yo —se ríe Kaleb.

Bebo de mi vaso, ignorando los comentarios que sueltan y que solo me hacen llenar la cabeza de pensamientos impuros por la mujer que debería estarme follando.

Batallo con las ganas de ir a buscarla. ¿Desde cuándo ando detrás de una mujer?, por lo general, siempre son ellas las que me buscan.

Ya está muy insolente, debo mantenerla alejada o la mataré.

Todos disfrutan de las mujeres que tienen encima, en la casa solo estamos nosotros además de algunas empleadas las cuales se mantienen al pendiente de cualquier pedido u orden. Tengo cosas que hacer el resto de la semana y de solo pensarlo me da jaqueca, además de qué mañana debo encargarme de algunas cosas antes de ir a Seattle.

APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora