CAPÍTULO 60

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✧✧Bandos✧✧

Judas

En el mundo del narcotráfico lo más sensato sería querer aspirar a no tener que depender de tratos o alianzas que te limiten las oportunidades. Y eso es lo que sucede con la mafia rusa, ellos no quieren seguir de buenos con la mafia alfa.

Por mi parte, no pretendo desatar una guerra, por los momentos estoy bien en mi posición; hago dinero, soy poderoso, muchos conocen mi nombre en el mundo criminal y empresarial. No necesito enemigos que pueden ser una gran oportunidad más adelante.

—Esa puta me las va a pagar —reitera Braden, se sirve un vaso de vodka y toma asiento en frente de mí— No creerá ella que me iba a despreciar y se la dejaría pasar. Está loca.

Suspiro profundo y le doy un sorbo a mi vaso.

—¿Todo por ella?

—En realidad no es solo por ella.

—¿Qué más sería?

No sé por qué tanto estrés por Ksel Blackwood, está buena y no lo niego, es hermosa, una mujer capaz de embobar hasta al hombre más difícil de todos. Pero algo debe haber detrás de todo esto

Se pone de pie, caminando en círculos como si estuviera más frustrado de lo que quiere ocultar.

—Ya quiero terminar de tomar el poder para hacer lo que me venga en gana.

—Y ganarte muchos enemigos que te quieran matar a cada segundo —comente Malikha, entrando en compañía de uno de sus escoltas— Ya lo intentaron hace dos semanas.

—Mamá... relájate, averiguaré quien fue y yo mismo me voy a encargar de amputarle los brazos y sacarle el estómago de una manera lenta y dolorosa.

—Trata de que no te lo hagan a ti.

—Pierde cuidado.

—Judas, bienvenido a mi humilde casa —me saluda con una amplia sonrisa— Me alegra verte por aquí.

—Lo mismo digo.

—¿Más vodka? —me pregunta Braden y asiento.

—La mercancía ya la están bajando del camión. Creo que mi armero podrá hacer un buen trabajo.— me informa la rusa.

—Debe hacerlo o de una vez iré mandando a cavar su tumba —asevera su hijo.

—Deben equiparse, de ahora en adelante tendrán a muchos detrás de ustedes—les digo.

Ella suspira, preocupada.

—Era de esperarse, el primer acto de mi hijo fue arrojarnos a la boca del demonio.

—En algún momento tenía que suceder, no toda la vida estaríamos bajo su falda y siguiendo tontas reglas —le responde Braden— Debemos ser independientes, para eso tenemos una organización.

—Mejor concéntrate en lo que harás para que todo salga bien, la decisión fue tuya y tendrás que asumirla con más peso.

Siguen hablando de lo mismo y me pongo de pie, revisando el mensaje que me acaba de llegar. El atentado que hicieron en Sídney era para Braden, de eso no tengo dudas, como tampoco de quién pudo ser. Esa voz la reconocí sin dificultad. La música no me lo impidió ya que se grabó en mi cabeza desde la primera vez que mis oídos fueron bendecidos cuando me respondió en mi idioma natal.

—Vamos —me avisa Braden.

Salimos, en el camino nos encontramos a su hermana quien se nos une solo hasta la salida de la parte trasera que nos manda a los galpones grandes en donde mujeres desnudas empaquetan la heroína y la coca especial que se supone es mi pedido. Me acerco a una de las mesas, me facilitan una pajilla, el ruso me ofrece un poco dejando un sobre la base de hierro.

APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora