CAPÍTULO 67

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✧✧Redentor✧✧

Judas

Creí que manteniendo la distancia y no involucrándome saldría de muchos pesos.

Las organizaciones del acuerdo ya están tomando medidas en sus límites. El Alpha fue claro al amenazar, y dando una clara señal de que matará a los que traicionen. Claro ejemplo de la cantidad de cabezas que cayeron en la calle de Alemania.

Aquí nadie no se anda con juegos. Los rusos están decididos a negarse a toda alianza. No les queda de otra que cumplir órdenes de su líder la cual hace lo que su hijo le pida, por el simple hecho de que es lo único que tiene de su difunto esposo.

Tantos problemas que se desatarán y no hablo de ahora, sino a futuro. Todo por el instinto de obsesión, eso Braden por una de las Blackwood. No fue correspondido por razones que desconozco, pero el muy terco está dejando que el orgullo de ardido lo controle. Lanzando a su familia a la boca del demonio.

Me mantengo de pie disfrutando del aire playero. Llegué hace unos minutos y a diferencia de Arthur, su madre no se queda quieta, intentando convencerme de salirme del tratado y unirme a la mafia rusa. Nunca ha estado de acuerdo con mis decisiones. Dice que llevaré a todos directo a la tumba por estar de buenas con quien considera nuestro enemigo.

—Sobrino, tienes tiempo para recapacitar, es el momento —prosigue.

Su hijo rueda los ojos, cruzándose de brazos.

—Mamá ¿No te cansas?

—¿Ahora eres tú?

—Santino no vino y ya entiendo por qué.

Para no morir de molestia por culpa del mismo tema de siempre.

—No me parece ético tener que estar de "amigos", con esas escorias de personas.

—Esas "escorias de personas", como tú las llamas, serían un serio dolor de cabeza. ¿Para qué volver a lo de antes si ahora no tenemos motivos? Creo que nunca los hemos tenido.

—El motivo es el mismo de siempre. Yo no lo olvidaré nunca. Ni siquiera por la opción que "lo solucionó".

—Eso ya es pasado —le resta importancia.

—Que poco corazón tienes. Eres un insensible, ya no me queda dudas. Le tienes más amor y devoción a Judas...

—¡Suficiente, Alessia! —la corto.

Ya me tiene harto, no la hubiera dejado venir si esto no fuese necesario.

Aprieta la mandíbula. No articula palabra alguna. Me mira con ojos llenos de desacuerdo y procedo a sentarme.

—Cuida lo que vas a decir cuando lleguen. No quiero tener que relevarte de tus obligaciones y dejarte a la suerte.

Arthur se mantiene en silencio. Sabe que no ando con juegos, puedo ser benevolente en ocasiones, pero en la mayoría puedo ser una mierda de persona hasta con los que llevan mi apellido.

—Ya llegaron —me avisa Nigel.

Los matones se toman el sitio con la entrada de los miembros principales de los Marakov. Braden camina al lado de su madre quien toma asiento en el otro extremo de la mesa del restaurante en el que estamos.

Ocupo mi puesto en el extremo que estoy.

—Disculpen el retraso. El tráfico es un rotundo caos —se disculpa la rusa.

—A lo que vinimos. Mientras más rápido mejor —hablo.

Los demás no se han terminado de acomodar en la silla cuando Braden esparce varias hojas en el centro de la mesa.

APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora