La mañana siguiente no me despertó Arry, sino Rhaena Targaryen.
¿Estaba viendo bien?
- ¿Rhaena?- murmuré sumida en la confusión-. ¿Qué haces aquí?
- Es hora de irnos.
Me senté y me froté los ojos con las palmas de las manos.
- ¿Irnos a dónde?
- A Dragonstone, la reina accedió a que vinieras con nosotros.
- Pensé que nos quedaríamos unos días más.
- Esa era la idea, pero anoche las cosas se salieron de control en la cena y la princesa considera que es mejor que nos vayamos cuanto antes.
La tarde anterior había llegado tan cansada que tomé un baño y me fui directo a la cama sin cenar. Ni siquiera había atardecido.
- ¿Qué pasó?
- Aemond y Aegon pasaron.
Solté un suspiro y me levanté de la cama. Habría esperado que después de pasar la tarde juntos Aegon decidiera comportarse mejor con sus sobrinos.
- Entiendo.
Acordamos encontrarnos en Pozo dragón en dos horas y finalmente salió.
Luego del baño y de ponerme nuevamente mi ropa normal fui a desayunar con Aegon, Helaena y Aemond para mi desgracia.
- Buenos días- me senté en una silla vacía y les sonreí a los presentes-. Por ahí un pajarito me contó que me perdí la parte dos del drama familiar matutino.
Aegon bufó irritado y Helaena siguió comiendo en silencio.
- Ya nadie es capaz de aguantar una bromita.
Arry me dijo que estrelló a Lucerys contra la mesa, y que Jace golpeó a Aemond para que luego este lo empujara.
Comimos en silencio hasta que Aegon volvió a mirarme.
- ¿Sí te irás con ellos?
Yo asentí con la boca llena sin levantar la cabeza.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué te importa tanto?- intervino Aemond-. Con quien decida irse no es nuestro problema.
- Pregunto porque es mi amiga, ¿sabes lo qué es eso, hermano?- Aegon lo miró con rabia-. No, no lo sabes, tus únicos amigos son tus libritos y tu puta espada. Y si no fueras un maldito idiota le hubieras dado una oportunidad y así te darías cuenta de lo increíble que es tener a alguien como ella en este lugar.
Mi corazón dio un vuelco ante esas palabras y no pude evitar mirarlo con sumo afecto.
- Mírate Aegon, ¿quién lo hubiera imaginado?- Aemond sonrió mientras alternaba la vista entre los dos-. Sabía que te gustaban las callejeras, pero nunca pensé que te enamorarías de una.
Mi mandíbula cayó a lo que Aegon presionaba la suya con más fuerza, y Helaena... bueno, Helaena seguía comiendo.
- Todos están aquí, maravilloso- dijo la reina al entrar-. Lady Daryana, ¿puedo charlar con usted ahora que termine de desayunar?
Nunca me hizo más feliz la presencia de la reina Alicent como en ese momento.
- De hecho ya terminé, alteza, no tengo mucho apetito esta mañana- conseguí decir con una falsa sonrisa mientras me ponía de pie lista para huir.
Salimos y empezamos a andar, ella entrelazó su brazo con el mío y yo me contuve de no empujarla.
- Lady Daryana, debo disculparme con usted- comentó a lo que yo fruncí el ceño.
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Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)
FanfictionLos Targaryen dominaron todo Poniente bajo la idea de ser los últimos jinetes de dragón. En su ignorancia creían, al igual que los Velaryon y los Celtigar, ser los últimos vástagos con vida de la Antigua Valyria. No lo eran. De hecho, nunca lo fuer...