Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)

Capítulo 32

Advertencia: Este capítulo contiene violencia, tortura, sangre, lenguaje inapropiado y más de lo mismo pero a un nivel un poco más arriba de lo normal, así que por favor, lean bajo su responsabilidad.

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Llamaron a la puerta varias veces y trataron de abrirla muchas más. Por lo menos esta vez tuve la sensatez de trancarla con una silla mientras me quedaba sentada jugando con el escorpión Lorenzo que paseaba entre mis manos.

Cuando quienes estaban afuera se detuvieron, la ventana se abrió de golpe y Troy entró por ella.

— ¿Sabes que te quiero en la misma medida que me pareces un fastidio, no?

Se acercó y se puso de cuclillas frente a mí, colocando su mano a un costado de mi cabeza.

— ¿Madre y padre quieren matarme?— le pregunté.

— No más de lo usual.

Agaché la cabeza y ella me la levantó, obligándome a mirarla.

— Daryan, quiero que me escuches muy bien...

— No, no quiero oírlo...

— Cállate, estoy hablando.

Cerré la boca y ella me miró fijamente.

— No voy a mentir diciéndote que no me gusta mi vida, ni la atención que recibo, ni ser mejor que tú en casi cualquier aspecto de nuestra existencia; pero vives tan enfocada en las otras personas que tiendes a olvidar tus propios logros. Voy a ser ministra y un día ocuparé el lugar de madre, sí, es lo más seguro, pero tú has cambiado la historia. ¿Las tres familias valyrias más poderosas que quedan reunidas bajo un mismo techo? ¿Los líderes de los siete reinos conviviendo con esas familias? Tú hiciste eso, no yo, no nuestros padres— me tocó la frente con el dedo—. Tú.

Sonreí débilmente.

— Nunca imaginé que un viajecito con Raleigh nos traería a todo esto.

— Lo sé, y eso es lo mejor de todo. Sabes como padre dice que los dioses nunca nos miran desde arriba sino desde adentro. El Caos, desde aquí— pone una mano sobre mi corazón— te ha guiado a mejores lugares en la vida que el mismo Orden.

— Me he metido en demasiados problemas por no seguir el orden de las cosas, de la vida. Si hubiera...

— Sólo porque las cosas pudieron haber sido diferentes no significa que pudieron haber sido mejores— me interrumpió.

— A veces en el fondo siento que cada cosa que hago va a terminar mal, que debo detenerme y retroceder.

— No estás haciendo nada mal— me aseguró—. Claro que si sigues causando tantos escándalos a nuestra madre le va a explotar un nervio y nos veremos en la obligación de echarte a la calle— me eché a reír y ella sonrió—. Bajémosle un poquito al drama, hermanita.

— Lo intentaré— prometí.

— Así me gusta— se sentó a mi lado y ambas nos quedamos mirando al frente unos segundos, en un silencio bastante tranquilo—. Por cierto, ¿cómo te sientes sabiendo que confesaste toda tu situación amorosa ante todo el mundo?

— Siento que vuelvo a tener 18 y que quiero escapar con Raleigh— confesé—.

Además Rhaena vendrá por mi cabeza y no parará hasta que sepa la verdad.

— No lo dudo.

— Daeron me va a odiar por siempre.

— Eso sí lo dudo.