Capítulo 24

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Jacaerys

Cuando Daryan peleaba normalmente mantenía una expresión bastante seria con el ceño ligeramente fruncido y los labios entreabiertos.

Había peleado con y contra ella años atrás, pero no había cambiado nada, o bueno, no tanto. Su estilo seguía siendo el mismo: paciente, astuto, impredecible. No tenía un único modo de ataque. Se doblaba como un junco cuando lo necesitaba, se lanzaba hacia adelante como un gato, retrocedía como el humo.

Con Luke parecía disfrutarlo, pero cuando fue mi turno poco a poco su rostro empezó a cambiar así como sus movimientos. Algo estaba pasando en su mente, lo podía sentir.

Entonces lanzó un golpe que hasta un ciego habría visto venir y tras esquivarlo yo devolví el ataque, pero ella no reaccionó a tiempo, de hecho, no reaccionó en absoluto y terminé por hacerle una cortada en el brazo.

Yo me quedé quieto y ella se quedó paralizada, con la mirada perdida, parecía horrorizada por algo.

— Ey— di dos pasos hacia ella mientras guardaba la espada y tomé su brazo para ver la sangre brotando como hilos de su herida.

— Ay no— susurró.

— Perdóname, yo no quise...

Ella reaccionó y bajó la vista a su brazo antes de apartarlo con brusquedad.

— Tranquilo, no es nada— dijo con voz tensa.

— Te acabo de herir— exclamé—. Vamos adentro a limpiarte.

— Es un cortecito de nada.

— Deberías ir con el maestre, puede necesitar sutura— intervino Joffrey.

— Vamos, yo te acompaño— se ofreció Luke.

Daryan seguía muy extraña, como si una parte de ella se hubiera perdido en el combate.

— ¡Que no es nada!— explotó alejándose de los tres—. Déjenme sola, por favor.

Y así sin más se dio la vuelta y se fue dejándonos a los tres igual de confundidos.

Baela se acercó y yo volteé a verla.

— ¿Qué le sucede?— le pregunté. Ella era mujer, de pronto vio algo que yo no.

— ¿Será que se puso así porque la venciste?

— No fue eso— aseguró Luke de inmediato—. Creo que algo la hizo perder la concentración durante la pelea.

— Sí, ¿verdad?

Era bueno que alguien más lo hubiera notado. Uno no le ganaba a Daryan así de fácil.

Para la hora del almuerzo la buscamos por todas partes y no la encontramos. Al final Daeron nos dijo que la había visto marcharse con Raleigh hacía un rato. Luke enseguida corrió a su habitación a ver si sus cosas seguían allí y efectivamente ahí estaban, cosa que lo alivió.

— Sabes que ella no es de las que se marcha sin decir nada— le dije colocando una mano sobre su hombro.

Luke se sentó en una de las sillas cerca a la ventana y se quedó mirando el mar.

— No puedo evitarlo— suspiró con aire nostálgico—. Cada vez que se va hay una parte de mí que sabe que volverá y otra que cree que le pasará algo trágico como a sir Harwin.

— Va a estar bien— le prometí.

— ¿Y si no? ¿Cómo lo vamos a saber?— me miró con los ojos bien abiertos—. Ella salvó mi vida. Si algo le pasara bajo nuestro cuidado jamás me lo perdonaría, y ahora que su familia va a venir...

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora