Capítulo 49

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Los hermanos "Blacksun" fueron los primeros en elevarse con sus dragones. Simplemente tomaron sus cosas, se colocaron las mochilas en la espalda, montaron y se largaron.

– Esto está muy extraño, pulga– me dijo Troy en voz baja–. Nunca había visto una tormenta moverse así.

– Ni siquiera creo que sea una tormenta– comenté tomando las riendas de Raleigh.

Los demás ya estaban por terminar de montarse en sus dragones.

– Debería ir a ver qué es– opinó ella.

– No, yo iré, tú ve adelantándote con los niños.

– No te dejaré ir sola.

– Tengo a Raleigh.

– Que no irás sola– gruñó a lo que yo rodé los ojos.

– Ey, incompetentes– llamé a lo que Aegon y Viserys voltearon enseguida–. Ustedes vienen conmigo.

– Uh, ¿a dónde vamos?– Viserys era el único feliz ante el horrible panorama.

Yo seguía molesta con él por haberse dejado raptar tan fácil así que no le respondí.

– ¿A dónde vas, Dary?– me preguntó Laenar a lomos de Maxver.

– Vamos a ver qué es eso.

– ¿De verdad quieres ir hacia la cosa de la que tus primos huían?– tenía la cara arrugada del frío.

– Esta parte de los Blacksun no son cobardes– repliqué.

– ¿Puedo ir con la tía, mamá?– preguntó Kiana.

– Por supuesto que no.

– Tranquila, nos veremos más tarde– le dije pasándole la mano por el cabello–. Mientras ve pensando en lo que le dirás a tus abuelos cuando te pregunten qué pasó.

Su rostro se volvió a llenar de culpa e hizo una mueca de la que Daegar se burló.

– Kian está en problemas... Kian está en problemas...– canturreó.

– Cállate, baboso.

Laysa estaba abrazada a su dragón, Kimi, buscando absorber todo el calor posible que la criatura emitía.

– Definitivamente la sangre valyria de ustedes no quiere nada con el frío– murmuré divertida a lo que ella sonrió.

– Sigo procesando mi primer secuestro.

– ¿Por qué lo dices como si esperaras que hubiera más?– inquirió su prima Saera con horror.

–Cierto, ¿no te parece que con uno fue suficiente?– intervino Aerion.

– Uno nunca sabe...– fue la respuesta de Laysa.

– Saera, Aerion, muévanse– Laenar, como buen hermano mayor, esperó que sus hermanos se elevaran antes de él hacer lo mismo.

– ¿Nos vemos en El Muro?– me preguntó Troy a lo que yo me encogí de hombros.

– No creo que nos demoremos, pero sí, es mejor que ustedes vayan siguiendo.

Me acomodé la máscara y los guantes y me elevé con Raleigh en dirección a la espesa bruma.

Huele raro...

Yo no olía nada, sólo aire helado.

Tenía a Aegon y Viserys a cada lado, pero hubo un punto en el que dejé de verlos y entendí a lo que se refería Raleigh.

Olía como a podrido, pero era más leve.

Decidí descender un poco esperando que la niebla sólo estuviera más arriba, pero fue inútil, seguía volando a ciegas.

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora