Capítulo 27

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Troy y yo estábamos sentadas al pie de la cama de nuestros padres viéndolos discutir.

— Ya no estamos en nuestras islas, Aegar— gruñó madre—. Estamos en otro país con otros gobernantes, aquí no podemos hacer lo que queramos. Las niñas lo tienen claro, no pensé que fuera necesario recordártelo a ti.

— Deben buscar esa cueva y lo sabes. Las visiones no van a parar hasta que lo hagan— padre me miró con los ojos bien abiertos—. ¿Lo sabes, verdad? No pararán. Cada día serán peor y peor, más duro, más alto. Será como si te martillaran el cráneo. Esta no es del tipo de cosas que se deban ignorar, Daryana.

— ¡Deja de animarla!

— Las visiones, las voces... son cosas que están para guiarnos a nuestro destino, Dae. Y no podemos huir del destino.

— Vinimos a interceder en una guerra, ¿no es eso más importante que una cueva misteriosa?

— ¿No es la verdad más importante que nada?

Madre se dio la vuelta dramáticamente y se quedó asomada en la ventana.

Cuando puso un pie en Dragonstone y su rostro se descompuso sí había habido una razón detrás de ello. Había visto una cueva llena de brillantes rocas negras, pero el lugar estaba muy oscuro y lo único que sentía era frío, un frío que describía como algo que te congelaba el alma. Además también escuchó la voz diciendo: "En las tierras donde el viento del norte conoce el océano hay una cueva llena de recuerdos".

— Puede esperar— murmuró ella con los brazos cruzados—. Aquí nuestro papel político debe ir primero.

— No piensas con claridad— le dijo padre.

— Estoy pensando como la líder de nuestro pueblo— espetó dándose la vuelta—. No vine aquí en busca de aventuras. No es por eso que estamos aquí.

— Deben buscar la cueva. Puede ser importante.

— No digo que no lo sea, pero ahora mismo nuestra palabra a la familia Targaryen lo es más— reafirmó—. Es una cueva, no va a moverse de lugar. Ahí seguirá en unas semanas cuando terminen las negociaciones y ya tengamos la disponibilidad de buscarla.

— Madre tiene razón— intervino Troy—. Ya tendremos tiempo de buscar más adelante. Ahora estamos en un país desconocido apunto de conocer a demasiadas personas, personas poderosas que van a querer ver de lo que estamos hechos. No podemos mostrarnos débiles. Hay que estar unidos.

Odiaba estar del lado de Troy y de madre y rechazar la búsqueda que la voz misteriosa ordenaba, pero tenían razón.

Le sonreí a padre con pesar y le tendí la mano.

— Juntos— dijo tomándola.

Madre se acercó y abrazó a padre desde atrás mientras Troy me pasaba un brazo sobre los hombros.

— Juntos— repitió madre.

•••

Al día siguiente me levanté varias horas antes del amanecer por una pesadilla de la que no pude escapar, ni siquiera mientras entrenaba en el patio de armas del castillo.

— Daryan.

Dejé de golpear el muñeco de paja ante el llamado de mi madre y me di la vuelta mientras me secaba el sudor de la cara.

— Hola— saludé con la respiración entrecortada.

— Pensé que las pesadillas se habrían detenido para este punto.

— No lo han hecho— suspiré—. Nunca lo harán.

Madre se acercó y me quitó la espada de la mano.

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora