Capítulo 55

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Temprano al día siguiente dejé King's Landing por posiblemente una última vez y volé con Raleigh a Dragonstone junto a Jace, que deseaba supervisar la excavación de las minas de vidriagón.

Todo el día estuvimos caminando de aquí para allá, organizando y planeando el transporte del material y también el de algunos miembros reales.

Algunas de las flotas de Dalton Greyjoy llevarían a Elina y Daegar de regreso a las Islas Cienfuegos y otras se llevarían a las hijas de Joffrey y Daeron a Pentos, y se quedarían allí en una de las casas de Aegon. Laysa, después de una calurosa discusión con sus padres, fue obligada a irse con Elina y Daegar. Ella era otra que deseaba pelear, pero no contaba ni con un dragón ni con la salud suficiente ni con la edad, por lo que aunque hubiera tenido las dos primeras, sus padres tampoco se lo habrían permitido. Los hijos de Jace y Baela serían los únicos en permanecer en King's Landing por orden de sus padres, tampoco los veía a ninguno de los tres escapando para pelear en el norte, tal vez un poco a Saera, pero Laenar y Aerion no tendrían problemas para detenerla de ser necesario.

– ¿A dónde enviarán a Daegar?– me preguntó ella antes de que me fuera.

– A las islas.

Pareció desilusionada.

– ¿Por qué no se queda aquí? Eli también puede, hay espacio para todos.

– Tratamos de poner la mayor distancia posible entre él y la pelea– le expliqué.

– No debe estar muy feliz con eso– murmuró.

– Sus padres no tienen tiempo para considerar su felicidad, están demasiado ocupados tratando de mantenerlo con vida.

– Desearía poder estar a su lado– susurró agachando la cabeza–. Él es la única persona en este reino que me ve más que como una princesa, me ve como su igual... me reta y me saca de quicio. Cuando estamos separados no puedo esperar a ir de visita o a que el venga, y cuando estamos juntos peleamos y digo que lo odio, pero no lo digo en serio... Yo lo... quiero...

– Lo sé– suspiré con una sonrisa.

– ¿Crees que el sienta lo mismo?

– Sí, pero ahora está enojado y confundido. Cree saber lo que quiere y lo que hace.

– Vendrán tiempos difíciles– comprendió alzando la cabeza y mirándome a los ojos–. Ambos perderemos a seres queridos en esta guerra. Tendremos que ser fuertes.

– Así es.

– Seré fuerte, Dary– me prometió–. Es lo que la abuela, madre y tú me han enseñado toda la vida.

Al caer la noche en Dragonstone vi a Rocío y a Rodian llegar a la costa con mi madre y hermana. Jace y yo dejamos la cena a medias y bajamos a la playa a recibirlas. Temía que algo hubiera sucedido en Winterfell.

– ¿Qué hacen aquí?– inquirí apenas las alcancé–. ¿Todos están bien?

– Todo está bien en lo que cabe– Troy se veía cansada–, sólo necesitaba venir al mar.

Exhalé aliviada y abracé a mi hermana.

– Vamos, hay algunas cosas que tengo que decirles a los tres– dijo mi madre.

Los cuatro empezamos a caminar por la costa sin un rumbo fijo en particular.

– Es muy poco probable que salgamos con vida nosotros cuatro de esta batalla– empezó ella a lo que Troy hizo una mueca.

– Madre, no vayas a empezar...

– Son conversaciones que hay que tener, Troyan– zanjó–. Rhaenyra tiene un heredero, Jace está preparado para ascender al trono de ser necesario, ¿no es así, Jace?

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora