Capítulo 50

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– No puedo creer que nana tuviera razón todos estos años.

Haven danzaba en una línea muy frágil entre la negación y la rabia. Era el único. El resto de nosotros apenas y parecíamos vivos cuando pusimos pie en las Islas Cienfuegos para esparcir en el mar las cenizas de Kiana.

– No puedo creer nada– susurró.

– Todo fue tan rápido– dije–, era como si ni siquiera tuvieras tiempo para pensar.

– ¿Qué sigue ahora, Ann?

Abrí la boca para contestar pero Troy pasó entre los dos.

– Adentro. Todos.

Obedecimos y nos reunimos alrededor de la mesa principal en el castillo de mi madre. Troy y Cregan estaban a la cabeza y mi padre y madre a la otra, frente a ellos. Yo estaba al lado de Troy y Haven al lado mío.

– Necesitamos organizarnos.

– ¿Organizar qué?– inquirió mi madre.

– Nuestro ataque– dijo Troy, obvia.

– ¿Ataque? ¿Estás loca, Troyan? Era un ejército de muertos a lo que se enfrentaron. ¿Cómo esperas regresar ahí y "matar" algo que ni siquiera está vivo?

– ¿Disculpa, acaso esperas que me quede tejiendo frente a la chimenea sin hacer nada, madre?– Troy señaló la ventana–. Esas cosas siguen allá afuera y marchan al sur, cada día están más cerca del muro.

– ¡Esas cosas mataron a tu hija, casi matan a tu hijo y a tu hermana!

– ¿¡Crees que no lo sé!?– Troy estaba indignada–. ¿¡Crees que no es lo único en lo que pienso desde entonces!? ¡Estuve ahí, lo recuerdo perfectamente!

– No piensas con sensatez– murmuró madre negando con la cabeza.

– Estoy pensando como una líder.

– Un líder pondría el bien común antes que la venganza.

– Debemos pelear para proteger nuestro hogar, a la gente que nos queda.

– Nuestro hogar es este. Debemos quedarnos en las islas, aquí no llegarán.

– Este es tu hogar, abuela– intervino Daegar–, no el nuestro... al menos no del todo.

Esas palabras se le clavaron a madre como un puñal.

– Hay gente en el norte más allá del muro, gente inocente que no tienen dragones que los defiendan– intervino Cregan–. ¿Qué será de ellos si nosotros no hacemos nada?

– ¿La guardia nocturna esa no lleva siglos peleando contra esa gente salvaje? ¿Ahora sí quieren salvarlos?

– Eso qué importa ahora. Todos los bandos se disolvieron, ahora es sólo la vida contra la muerte. Eres uno o eres el otro.

Madre se dio la vuelta y empezó a caminar, nerviosa.

– Tendrán el apoyo de la tribu de la Oscuridad– dijo Haven rompiendo el silencio.

Troy y Cregan lo miraron con ilusión y fue la primera vez que vi una emoción positiva en sus rostros desde que Kiana murió.

– Consúltalo con tu familia y tu gente de todas formas– intervino mi padre tan neutral como siempre–, dudo que todos estén de acuerdo en irse al polo del mundo a pelear por desconocidos en un país extranjero.

– Kian no era una desconocida. Todos la queríamos– dijo, seguro–. Puede que no peleen por el norte o Poniente, pero pelearán por Troy y sus hijos. Pelearán por la casa Blacksun.

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora