Capítulo 19

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King's Landing no había cambiado mucho en el tiempo que estuve ausente. Desde arriba todo se veía igual.

Raleigh empezó a descender al tiempo que mi corazón se aceleraba. Aterrizó en la playa del castillo y rugió con fuerza.

Un par de figuras aparecieron en la cima de las escaleras y yo me bajé con ímpetu. La cabeza me zumbaba.

Caminé hacia ellos a paso apurado.

— Daryana— Rhaenyra me agarró por los hombros y me miró con asombro. Como si todavía no pudiera creer lo que veía.

— Majestad.

— Pensé que nunca volvería a verte por la manera en que te fuiste— me sonrió antes de jalarme en un fuerte abrazo—. ¿Cómo estás? ¿Tuviste un buen viaje? Háblame, por favor.

— Lo haría si la dejaras— intervino el ¿rey? ¿príncipe? Daemon, divertido—. Bienvenida, mi lady.

— Gracias— les devolví la sonrisa a ambos—. Me encuentro muy bien, por cierto, mejor ahora que estoy aquí.

— Hola, Daryan.

— Hola, Joffrey— saludé, alegre.

El niño que había conocido, que jugaba con dragones de madera y les ponía nombres extraños, ya no estaba. Ahora había en su lugar un adolescente alto y delgado, bastante parecido al Luke que recuerdo.

— Has cambiado— observó.

Lo había hecho. Mi cabello que antes apenas y tocaba los hombros había crecido hasta mi cintura y lo mantenía peinado, las facciones de mi cara se habían adelgazado ligeramente y probablemente lo más notorio era mi vestimenta. Antes no me importaba vestirme como marinero en el día a día, ahora seguía haciéndolo, pero con más estilo, usando ropa de mi talla, combinando mejor las prendas y sus colores. El tipo de cambios que mi madre esperó toda la vida.

— Se supone que es lo que pasa cuando uno crece— dije encogiéndome de hombros—. Tú también has cambiado, ya puedo hablarte sin tener que mirar hacia abajo.

Él sonrió y yo no pude evitar mirar alrededor.

La reina pareció leer mi mente porque de inmediato dijo:

— Los príncipes y sus esposas no se encuentran aquí— esas palabras me cayeron como un balde de agua helada—. El príncipe Jacaerys y Baela viven en Dragonstone mientras que el príncipe Lucerys y Rhaena residen temporalmente en Driftmark.

— Oh...

— Sé que ansías verlos, pero antes acompáñame adentro, hay alguien que deseo que conozcas.

La obedecí y caminamos rumbo al castillo.

— ¿Dónde están los demás?— pregunté—. ¿Helaena? ¿Los mellizos? Me gustaría verlos también.

El semblante de la reina cambió y supe que algo iba mal.

— Hace seis lunas ellos... escaparon.

Me detuve y los miré confundida. ¿Cómo que habían escapado? ¿Dalton por qué no me dijo eso?

— Es casi seguro que hombres de la casa Hightower se infiltraron en el castillo y se llevaron a la princesa y sus tres hijos— explicó Daemon.

— ¿A dónde?

— A Oldtown.

Carajo. Troy no iba a estar nada feliz con esto.

— ¿Pero... por qué?— susurré.

— Órdenes de lord Ormund Hightower seguramente— contestó Rhaenyra—. Luego de la coronación la antigua mano, Otto, fue el primero en regresar a Oldtown. Quiso hacerlo con la reina viuda Alicent, pero insistí en que se quedara en el castillo un poco más como...

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora