Todos estuvimos particularmente callados durante la cena. Los tres parecíamos sumidos en nuestros propios pensamientos, pero Luke apenas probó bocado y se fue a su habitación. Aemond no comió mucho más que él y yo tampoco. No tenía mucha hambre, ni sueño, por lo que era casi seguro que me desvelelaría pensando.
Mientras ellos se quedaban en el castillo yo salí a dar una vuelta a la playa, pensé que caminaba sin rumbo, pero en realidad caminaba a Raleigh que me recibió con un suave siseo.
– Hola, Rals– acaricié su cabeza y él se acomodó de tal manera que pudiera sentarme a su lado, yo lo hice y él se enroscó ligeramente a mi alrededor–. Ya no crezcas más, ¿sí? Quédate así para siempre.
Tú también.
– Ojalá pudiéramos, pero me temo que la vida no funciona así.
Juntos.
– Sí, estamos juntos ahora y siempre. Tú y yo tenemos mucha suerte, ¿sabes?– recosté la cabeza hacia atrás y me quedé mirando el cielo estrellado–. En noches así que estamos juntos pienso en Malley que no tiene a Alden o en Vaghar que ha perdido a tantos jinetes.
Raleigh gruñó y yo me acomodé para mirarlo a la cara.
– Tú vas a vivir más que yo, tienes que ir haciéndote a la idea de que posiblemente tendrás otros jinetes– le dije con seriedad.
No.
– ¡Raleigh!– exclamé–. No puedes cerrarte a la gente cuando yo no esté. Incluso aunque seamos como familia no...
Tú y yo no somos familia.
Fruncí el ceño y él sintió el pequeño pánico que esas palabras generaron en mi interior.
Tú y yo somos uno. A donde tú vayas, yo voy. Si tu mueres, yo muero contigo.
– Yo también te amo– le sonreí con ternura–, pero quiero que ames a otras personas así como me amas a mí, ¿de acuerdo? Tal vez en noventa años vuelva a nacer otra niña intensa con deseos de ver el mundo y yo quiero que tú estés ahí para ella así como estás para mí ahora.
Pero no va a ser tú.
– No, pero te va a necesitar también. Va a necesitar tu compañía, tus consejos que no escuchará, tu apoyo. Confío también en que encontrarás a buenas personas dignas de ti.
Él apoyó la cabeza sobre la arena, abatido y yo me quedé unos segundos más acariciándolo.
¿Por qué piensas tanto en Aemond esta noche?
Temo por su vida.
¿Temes que lo lastime?
No, temo que ni siquiera llegue hasta ti. Karis e Inna me dijeron que serán tres pruebas: una para poner a prueba lo que de verdad ama, otra para enfrentar lo que más teme, una más para reafirmar en lo que cree... y tú eres la prueba final.
¿Confías en él?
No lo sé... Por años creí odiarlo, pero ahora incluso con todo lo que nos ha hecho a ti, a mí, a Luke... todo parece tan lejano. ¿Tú le guardas rencor?
Ciertamente no es mi humano favorito, pero confío más en él que en su otro hermano.
¿Daeron?
No, Aegon. Él nunca me ha agradado.
Aegon no confabuló para torturarte...
Algo me dice que ha hecho cosas peores.
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Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)
FanfictionLos Targaryen dominaron todo Poniente bajo la idea de ser los últimos jinetes de dragón. En su ignorancia creían, al igual que los Velaryon y los Celtigar, ser los últimos vástagos con vida de la Antigua Valyria. No lo eran. De hecho, nunca lo fuer...