Capítulo 29

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— Pulga— escuché que me llamaban a lo lejos—. ¡Pulga!

Abrí los ojos con pesadez y gruñí.

— Lárgate, Troy.

— la princesa Aliandra nos invitó a ver el amanecer en una de sus playas privadas— me dijo, emocionada.

Me removí con fastidio entre las sábanas. Tenía muchísimo sueño, pero una parte de mí ansiaba ir a nadar.

— Anda, no podemos quedar mal frente a su familia— insistió jalándome los pies por lo que me aferré al cabecero de la cama—. Además en el transcurso del día llegarán los señores de Highgarden, Storm's End, Casterly Rock y Riverun. No tendremos ni un segundo de paz con tanta gente, hay que aprovechar porque...

— ¡Bien, bien!— exclamé de malas.

De camino al comedor nos encontramos con una muy malgeniada Rhaena y a Luke con el cabello como si lo hubiera lamido una vaca.

— ¡Esos hijos de su madre no me dejaron dormir!— exclamó furiosa.

— ¿Quiénes?

— ¡Aemond y Alys! Puede que estén comprometidos, pero aún así ¿este te parece sitio para tener relaciones sexuales?

— ¿Los tenían en la habitación de al lado?— preguntó Troy.

— En la de arriba, creo— contestó Luke—, pero yo no escuché nada.

— Porque tú tocas la almohada y de inmediato te conviertes en una piedra— repuso ella, irritada—. Qué falta de respeto.

— Dímelo a mí que los tenía al lado— dijo Daeron apareciendo de la nada con una expresión bastante parecida a la de Rhaena.

— Yo les hubiera golpeado la pared— dije.

— Lo hice, ¿crees que les importó?

En el comedor estaban la reina, el príncipe Daemon, Jace y el príncipe Qoran conversando.

— ¿A dónde van?— preguntó Jace.

— Mis hijos desean mostrarles la playa del castillo a los jóvenes— contestó el príncipe Qoran—. Si desea puede unirseles, príncipe.

Yo traté de no parecer ilusionada ante la idea de ver a Jace nadando sin camisa.

— Me encantaría, pero prefiero quedarme pendiente de mi señora esposa— contestó provocando que Rhaenyra lo mirara con dulzura.

Esposa y bebés sobre amigos, estaba más que claro, ¿qué esperaba?

Tal vez ya debía empezar a darles el espacio del que madre hablaba y no empeorar esto.

Afuera nos encontramos con los Martell y Joffrey hablando.

El trayecto a la playa estuvo repleto de anécdotas y risas mientras comíamos fruta, y con el sol alzándose, el Mar Angosto fue testigo de múltiples y ridículas peleas en la arena. Aliandra y Troy tirándose de un lado a otro (Troy estaba más que feliz de que tuviera otra señorita con la que entrenar, aunque por momentos esas dos me daban otras vibras). Qyle y Daeron haciendo lo mismo. Luke, Rhaena y yo haciendo un castillo de arena. Joffrey y Coryanne dizque peleando, pero eran más risas que golpes.

— ¡Ya bésense de una vez!— les grité a lo que la princesa se puso más roja de lo que ya estaba y Joffrey se alejó como cinco pasos de ella.

Luke me empujó el hombro, divertido.

— Déjalos.

— Sí se gustan, ¿verdad?— sonreí.

— Bastante— asintió Rhaena.

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora