Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)

Capítulo 20

Desde que puse un pie en la isla de Dragonstone mi mente era un cúmulo de: "Jace, Jace, Jace, Jace, Jace". Cada parte de mí lo llamaba. Y cuando por fin nos encontramos y Baela salió a su lado con una incipiente barriga mi mandíbula cayó ante el asombro.

¿Qué esperaba? ¿Que el príncipe heredero al trono no hubiera engendrado descendencia después de años de matrimonio?

— Daryan— susurró, perplejo.

El Jace de mi memoria era un chico simpático, con una buena complexión, de mi estatura... Este Jace era otro nivel.

Estaba bueno, muy bueno.

Estaba más alto, tenía una musculatura bastante parecida a la de Luke lo que me decía que se habían ejercitado bastante en los últimos años. Pero su mirada era la misma, sus ojos eran los mismos.

— Te prometí que volvería— dije antes de saltar a sus brazos.

La manera en la que me presionaba contra él era asfixiante. Yo cerré los ojos con fuerza y mentalmente le agradecí a la vida por permitirme llegar a este momento.

Mis pies volvieron a tocar el suelo, porque al parecer me había levantado en algún punto, y volvió a mirarme con todavía más sorpresa que antes.

— Estás tan linda– yo sonreí y él me agarró de los brazos, como si quisiera asegurarse de que era real–, te dejaste crecer el cabello.

— No se te escapa una, ¿eh?— me volví hacia Baela—. ¿Voy a ser tía?

— Solo si te quedas para el nacimiento.

A ella la abracé con mucho más cuidado.

— ¿Cómo estás, Daryan?— me preguntó—. Ha pasado tanto...

— ¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no nos avisaste?— soltó Jace por lo que miré a Luke con diversión.

— Parecen hermanos— sonreí.

— Acaba de llegar— informó Joffrey—. Ni siquiera pudo esperar a mañana antes de venir a buscarlos.

— Eso no me sorprende— dijo Baela—. Por favor pasa, Daryan, imagino que ha sido un día agotador.

Estaba en lo correcto. Me estaba muriendo de cansancio, pero ni siquiera eso era capaz de quitarme la dicha que tenía. Estábamos juntos otra vez.

— ¿Este es su primer embarazo?— le pregunté a Baela.

— Sí, es nuestro primer bebé.

— Bebés— corregí a lo que Jace se detuvo abruptamente.

— ¿Bebés? ¿En... plural?

— Sí, un niño y una niña— contesté con una sonrisa.

Baela no pudo ocultar su sorpresa y Jace tampoco. Ambos se miraron con cierto miedo y él se apresuró a tomarla de las manos.

— Creo que al final los dioses si nos escucharon.

Ladeé la cabeza preguntándome qué quería decir y Luke enseguida me contestó.

— Baela quería que fuera un niño y Jace que fuera una niña.

Owww, y ahora tendrán ambos.

— Pero... he oído que con los embarazos múltiples hay mayor riesgo de...

— Olvídate de eso— cortó Rhaena—. Tú y los chiquitines van a estar bien, ya verás.

— ¿Y si no? ¿Y si...?

— Nada va a sucederle a ninguno— aseguró Jace—. Por favor no te preocupes, mi amor.

Las ganas que me entraron de entraron de tirarme en el piso y gritar de lo adorables que eran y de llorar porque yo no tenía a nadie así en mi vida eran inmensas, pero no podía hacer eso mientras Baela sufría un razonable miedo por la vida de ella y sus hijos. Recordaba que Rhaena me había contado que la madre de ambas, Laena Velaryon, había muerto por no poder dar a luz.