La princesa Helaena me dio un recorrido por todos todos los terrenos Hightower mientras hablábamos de los últimos cuatro años.
Jaehaera y Jaehaerys ya tenían diez años y eran tan inquietos como los niños a esa edad lo son. Maelor tenía la edad que ellos tenían cuando me fui, pero sin duda era mucho más calmado que ambos.
Los mellizos jugaban conmigo echados en el pasto cuando una alta sombra nos cubrió.
- Aemond, te juro que si llegas a abrir la boca si quiera y...
- ¿Aemond?- dijo una voz completamente diferente.
Volteé la cabeza y me encontré con el príncipe Daeron a contra luz.
- Disculpe- sonreí con vergüenza.
- ¿Qué hacen todos en el suelo?
Helaena al lado jugaba con Maelor a un juego de palmas.
- Daryan nos enseña a derribar a un oponente de un solo movimiento, tío- contestó Jaehaera antes de agarrar a su hermano del brazo y usar su propio cuerpo para pasárselo por encima y lanzarlo al suelo-. ¿Ves?
Daeron miró espantado a su sobrina y yo me eché a reír mientras ayudaba a un rabioso Jahaaerys a ponerse de pie.
- ¡Debiste avisarme!- se quejó antes de empujar a su hermana-. Eres una tramposa.
- Nunca bajes la guardia- le recordó la niña con soberbia.
Jahaerys le jaló el cabello y ella lo miró, enojada.
- Nunca bajes la guardia, hermana- repitió.
- Ya basta, niños- intervino Helaena con un tono que decía que no haría absolutamente nada al respecto.
- ¿Por qué le enseña esas cosas a los niños, lady Daryana?- me preguntó el príncipe.
- Esa es una muy buena pregunta- me puse de pie de un salto y me coloqué junto al príncipe, hombro con hombro-. Jaehaera, linda, ¿qué pasaría si yo no supiera defenderme y tu tío Daeron quisiera atacarme?
- Te haría daño y se saldría con la suya.
- ¿Por qué?
- Porque es un hombre y a los hombres les va bien en un mundo de hombres.
- ¡No todos los hombres son malos!- se quejó Jaehaerys.
- Son malos. ¡Cada vez que quiero usar tu espada me obligan a jugar con las muñecas!
- ¿Por qué quieres jugar con espadas?
- Es más divertido dar golpes que coser.
Ladeé la cabeza.
También era importante coser, pero no lo iba a reconocer en voz alta.
- ¿Quieres empezar a entrenar con tu hermano?
- Sí, se lo he dicho al tío Aemond desde hace siglos y nunca me escucha. Sólo escucha al bebito Jaehaerys- espetó con rabia.
- ¡No soy un bebito! ¡Soy mayor que tú catorce minutos!
- ¡A nadie le importa!- se giró hacia el príncipe y alternó la mirada entre él y su madre-. Quiero aprender a pelear, por favor.
El príncipe Daeron se arrodilló frente a ella y coloco una mano sobre su hombro. Pensé que le diría que no, que sólo era cuestión de tiempo hasta que encontrara algo más entretenido y menos peligroso qué hacer, pero él no lo hizo.
- De acuerdo. Si mi sobrina favorita quiere aprender a pelear, me voy a asegurar de que aprenda- prometió haciendo que el rostro de la niña se iluminara-, pero deberás ser obediente, paciente y muy, pero muy constante. No quiero que te rindas tan fácil.
ESTÁS LEYENDO
Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)
FanfictionLos Targaryen dominaron todo Poniente bajo la idea de ser los últimos jinetes de dragón. En su ignorancia creían, al igual que los Velaryon y los Celtigar, ser los últimos vástagos con vida de la Antigua Valyria. No lo eran. De hecho, nunca lo fuer...