Capítulo Final

590 30 14
                                    

Nilira por el hecho de meterse con Aemond y conmigo ya tenía las horas contadas, pero arrastrar a Maelor, el menor de los hijos de Helaena a esto...

Mentalmente mandé a la mierda todo plan astuto que pensara ejecutar. No iría a ella con hechizos, iría con sangre y fuego. Maelor no había sobrevivido a los muertos ni a la peor batalla de la historia de los siete reinos para caer a manos de una criminal.

— Se la voy a dar de cena a Vermithor— juró Aemond, furioso.

— ¿Cómo supieron?

Elina se removió nerviosa.

— Helaena visitaba a Jaehaera en Winterfell y le llegó un cuervo con la cadena de Maelor atada... y...

— ¿Qué?

— Estaba empapada de sangre.

Aemond se tensó y yo sentí un peso caer sobre mi estómago.

— ¿Qué mensaje traía el cuervo?— le pregunté, pero Elina no pudo hablar.

— Te quiere a ti por Maelor— dijo Haven–. Mañana al atardecer en Astapor.

Miré a Aemond.

— Sabe que no me mataste como le prometiste, así que nos llegó la hora de improvisar.

— Tía, ¿es enserio?— Daegar se acercó–. Es una trampa. ¿Cómo van a improvisar?

— En esa improvisación más les vale que metan a Helaena, Aegon y Jaehaera, porque los tres están igual que ustedes dos— agregó Haven—. No sé cuánto tiempo más Cregan va a poder retenerlos en el norte.

— ¿Dónde dejaste a Jaehaerys?— le pregunté a Aemond con curiosidad mientras avanzaba a la chimenea—. ¿Estaba con Maelor?

— No, fue por la compañía dorada.

— ¿A qué te refieres?— fruncí el ceño y encendí las llamas.

— Le ordené acabarla.

— ¿¡Le ordenaste quemarlos!?

— Teníamos que acabar con...

— ¿Daryan?— Jaehaerys apareció en las llamas y todos suspiramos aliviados–. ¿Qué sucede?

— ¿Estás bien? ¿Dónde estás?— preguntó Aemond.

— En Astapor.

— ¿Qué sabes de Maelor?

Jaehaerys frunció el ceño y alternó la vista entre ambos.

— No lo encontré, imagino que sigue de parranda, no lo veo desde ayer que le ordenaste buscar información de Nilira.

— Lo secuestró— solté a lo que el joven abrió los ojos con horror.

— ¡¿Nilira?!

— Imagino que tuvo algo que ver con Aemond diciéndote que quemaras su última adquisición: la compañía dorada— gruñí mirando con rabia al aludido.

— Pero si yo no la quemé.

Aemond y yo quedamos sorprendidos.

— ¿Ah no?— pregunté.

— No, sé que en esos campamentos suelen haber civiles y aunque el tío me lo ordenara sabía que no era lo correcto. Además de que tu tampoco lo aprobarías.

Dioses, era un alivio que los hijos de Helaena tuvieran su buen corazón.

— ¿Maelor está bien?— preguntó.

— No lo sabemos.

— ¡Tuvimos que hacerle caso a Jaehaera cuando dijo que...!

— Sí, sí, ya lo sabemos— lo interrumpió Aemond, irritado–. Si por algún motivo tus padres y tu hermana llegan a aparecer, retenlos y que no hagan nada hasta que lleguemos.

Blacksun | House Of The Dragon (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora