Capítulo 13

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-Harry, ¿por qué me evitas? ¿Qué he hecho?- Draco llamó a Harry, que volvía a correr en dirección contraria a él tras divisarlo.

-Mira, Draco, estoy tratando de resolver algo, ¿de acuerdo? Sólo... sólo necesito algo de espacio, algo de tiempo-, le dijo Harry, evitando la mirada del Slytherin.

-¿Y no puedo ayudar? Harry, siempre me dices cuando necesitas ayuda-, dijo Draco. -Desde que nos retuvieron en la clase de Sallon la semana pasada has estado actuando raro y evitándome-.

-Draco, lo sé y lo siento, pero necesito tiempo. Está pasando algo. Cuando lo descubra todo, te lo diré, ¿vale? Es que realmente necesito hacer esto por mi cuenta-, dijo Harry, enganchando su bolsa más arriba en su hombro. Ya casi llegaba tarde a su clase de Pociones con Severus. -Tengo que irme. Voy a llegar tarde a las clases con el profesor Snape-.

-Harry, al menos prométeme algo-, dijo Draco, deteniéndolo cuando empezaba a alejarse. Harry se dio la vuelta. -Cuéntame lo que pasa en cuanto puedas y, si no me lo dices ahora, al menos díselo a Severus-.

-Draco...-

-Prométeme, Harry. Él puede ayudarte. No tienes que hacerlo todo solo y él puede ayudarte-, dijo Draco.

Harry miró fijamente los ojos plateados de Draco que habían perdido parte de su brillo en la última semana. Le faltaba algo. Cuando habían dejado Sallon la semana anterior, Draco no podía evitar pensar que le faltaban recuerdos. Si a eso le sumamos que Harry lo evitaba -(su mejor amigo lo evitaba)-, no era de extrañar que Draco pareciera estar cerrando los ojos a todos y a todo.

-Lo haré-. Harry asintió. -Se lo diré, lo prometo-.

-Gracias-. Draco le dedicó una pequeña sonrisa. -Ahora vete. Si no, Severus te hechizará por llegar tarde-.

-Adiós, Slytherin-. Harry saludó y bajó corriendo a las mazmorras.

-Adiós, Gryffindor-, llamó Draco tras él mientras desaparecía. Draco suspiró y caminó en dirección contraria, con la Torre de Astronomía en mente. Harry le había presentado la Torre, diciéndole que era un buen lugar para ir cuando necesitabas estar solo y querías pensar. Draco había aceptado inmediatamente y se había recluido en la Torre como lo hacía Harry.

Draco subió las escaleras y, al doblar la esquina, sintió que una brisa helada le golpeaba la piel. De acuerdo, probablemente no era inteligente pasar el rato en la Torre de Astronomía por la noche cuando era principios de diciembre en Inglaterra. Sin embargo, no podía preocuparse, así que se dirigió a su lugar habitual y se sentó, apoyándose en la pared de piedra y mirando el paisaje más allá. Se envolvió con su capa para protegerse del frío.

-Joven Draco Malfoy-. Levantó la vista cuando escuchó la familiar voz perteneciente a Ivory. Observó como se posaba en su rodilla. -Hace tiempo que no hablamos-.

-Sí, ha pasado un tiempo, ¿no es así?- Draco asintió. -Supongo que he estado ocupado este año-.

-Sí, ser el mejor amigo de Harry Potter es un trabajo a tiempo completo-, dijo Ivory y Draco se rió.

-Puedes decir eso de nuevo. Definitivamente se necesita algo de trabajo y paciencia-, dijo Draco, riéndose.

-¿Qué pasa, Draco? Has perdido el brillo de tus ojos-, dijo Ivory, ladeando la cabeza mientras lo observaba.

Draco levantó una ceja. -Haces que parezca Dumbledore-.

-No, ese viejo brilla. Tú brillas-, dijo Ivory y Draco volvió a reírse.

-No es nada, Ivory. Estoy bien-, dijo Draco con un suspiro, mirando de nuevo las colinas onduladas que tenían una ligera capa de nieve.

-Hay algo, querido. ¿Qué es?- preguntó Ivory en voz baja.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora