Capítulo 28

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Severus se sentó a comer y empezó a llenar su plato. Comió lentamente y contempló a los estudiantes. Sus ojos se dirigieron a las puertas cuando vio entrar a Harry con los otros dos Gryffindors. No les quitó ojo de encima, ni tampoco a Draco en la mesa de Slytherin. No le habían hecho nada a su ahijado pero no se arriesgaba.

Mientras daba otro bocado a su ensalada de la huerta, su mirada se desvió por el resto de los estudiantes; Lovegood sentada sola en la mesa de Ravenclaw hasta que Longbottom se sentó con ella; Finnegan sentado frente a Thomas que aún no lo había aceptado de vuelta, según le informó Harry; Finch-Fletchley y Macmillian discutiendo algo animadamente.

La atención de Severus se apartó de los alumnos cuando oyó el sonido inconfundible de las lechuzas. Levantó la vista al mismo tiempo que algunos de los alumnos y vio lechuzas que entraban volando en la Sala, todas ellas cargadas de correspondencia.

Frunció el ceño.

Era el almuerzo.

Las lechuzas no repartían a mediodía.

Sus pensamientos se interrumpieron cuando una lechuza voló sobre él y dejó caer su entrega en el regazo de Severus. La recogió y desenrolló el ejemplar del Diario El Profeta.

Severus sintió que se le cortaba la respiración al leer el artículo. Habían atacado un colegio. ¿Por qué no lo habían llamado a él? ¿Voldemort sabía algo? ¿Sospechaba algo? ¿Qué significaba el ataque? Olvida eso, él sabía exactamente lo que significaba.

-Severus, no te llamaron para esto, ¿verdad?- Preguntó Dumbledore.

-No, no me llamaron-. Severus negó con la cabeza.

-¿Sospecha?- dijo Dumbledore.

-No lo sé. Probablemente me convocarán a la próxima reunión. Entonces lo averiguaré-, le dijo Severus.

Mientras él y el director seguían hablando, Severus echó los ojos hacia fuera, buscando a un alumno. Encontró a Harry mirando alrededor del Gran Comedor y luego hacia la mesa del personal. Los ojos esmeralda acabaron posándose en él.

Pudo ver la tristeza, el dolor, la ira y el terror que contenían los jóvenes ojos. También vio comprensión. Harry sabía lo que significaba el ataque, igual que él. Era un mensaje... una advertencia. Ambos sabían que era un mensaje para Harry.

Mientras los dos se miraban fijamente, Severus permitió que sus ojos se desprecintaran. Harry buscó sus ojos ahora abiertos. Severus trató de decirle que de ninguna manera permitiría que algo le sucediera a Harry si podía evitarlo. Observó como tranquilizaba ligeramente al muchacho.

Severus volvió a mirar el artículo y suspiró con tristeza.

Las cosas estaban a punto de empeorar mucho más.

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-Harry, ¿estás bien?- preguntó Ron mientras caminaban hacia la torre de Gryffindor. -Has estado muy callado desde el almuerzo-.

-Lo siento. He estado un poco distraído-, dijo Harry, yendo detrás de sus amigos.

-Harry, es por ese artículo, ¿verdad?-. preguntó Hermione.

-Claro que lo es-, dijo Harry. -Fue una escuela la que atacaron, Mione, una escuela. Anoche murieron niños. Diablos, Kingsley podría ser uno de esos aurores muertos-.

-Estoy segura de que Kingsley está bien, Harry-, dijo Hermione en voz baja. Harry gruñó en silencio. No quería oír que Kingsley podía estar bien. No quería oír que todo iría bien.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora