Capítulo 17

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~Parsel~
Pensamientos.
/Entradas de diario/

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Harry entró en el Gran Comedor a la mañana siguiente, charlando alegremente con Draco.

-Entonces, ¿qué le regalaste? ¿Qué me has comprado?- preguntó Draco por centésima vez desde que habían caminado desde la Torre Gryffindor hasta el Salón.

-Draco, no voy a decirte lo que te he comprado. En cuanto a lo que le regalé, ya te lo he dicho-, dijo Harry exasperado, pero conservando un brillo cariñoso en los ojos.

-Vamos, te diré lo que te he comprado-, suplicó Draco y Harry puso los ojos en blanco.

-Draco, no-, dijo Harry con una pequeña risa. -Sólo déjalo. Sabes que no te lo voy a contar-.

-Bien-, dijo Draco, arrojándose a un asiento en la mesa. -A ver si me importa-.

-Oh, te importa-. Harry sonrió con suficiencia y Draco lo fulminó con la mirada. Harry se rió y se agachó cuando Draco le lanzó una cuchara a la cabeza.

[♡♡♡♡♡♡]

Harry suspiró mientras pasaba la página de uno de los diarios de Slytherin. Aquella tarde volvía a estar sentado en el Gran Comedor. Éste aún no lo había traducido. Era el diario personal de Slytherin y quería leerlo primero; pensaba que podría encontrar algo útil. Estaban buscando objetos especiales relacionados con los Fundadores y ¿dónde mejor para obtener información que en uno de los Fundadores? Todavía no había encontrado nada, pero le estaba gustando leer sobre la amistad de los Fundadores y los planes para crear Hogwarts.

Será fantástico. Una escuela para enseñar magia. Es muy emocionante formar parte de esta creación. Todavía queda mucho por planificar, pero no podemos esperar a empezar.
Sal. S.

Harry sonrió y volvió a pasar la página. Definitivamente, los fundadores habían estado muy entusiasmados con la creación de la escuela. Leyó unas cuantas entradas más antes de que algo le llamara la atención y leyera la entrada.

Helga está frenética. Tiene a todo el mundo buscándola. No estoy seguro de qué es tan importante en su copa, pero supongo que tiene la misma importancia que mi medallón. Con ese pensamiento, debo ayudar a encontrarlo.
S.S.

Harry se quedó mirando la página sorprendido. ¿Era una de ellas? ¿Era esta copa la preciada posesión de Helga Hufflepuff, como el medallón de Slytherin o la espada de Gryffindor? Y si lo era, ¿lo había encontrado Voldemort y lo había convertido en un Horrocrux? ¿Dónde estaba el cáliz ahora?.

Harry estaba tan concentrado en sus pensamientos y en el diario que no se dio cuenta de que alguien se acercaba por detrás de él. Dio un salto violento y sacó su varita, dando vueltas cuando alguien le tocó el hombro.

-¡Profesor!- Harry jadeó cuando se dio cuenta de que era Dumbledore quien estaba ante él. Finalmente se dio cuenta de que tenía su varita apuntando al director y la bajó con una expresión de vergüenza. -Lo siento, profesor-.

-Muy bien, muchacho-, dijo Dumbledore con una sonrisa.

Harry luchó contra el impulso de poner los ojos en blanco ante el anciano. Podría lanzarle el Cruciatus y le parecería bien.

-Me preguntaba si podrías venir a mi despacho. Tengo algo que me gustaría discutir con usted-, dijo Dumbledore y Harry asintió.

-Por supuesto, profesor-. Se puso en pie y se guardó el diario en el bolsillo. Siguió al director en silencio hasta el despacho de Dumbledore. Al entrar en el despacho, el fénix Fawkes voló hasta el hombro de Harry mientras éste tomaba su asiento habitual.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora