Capítulo 63

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Calendario:
Finales de diciembre de 1997

El tiempo había pasado. Demasiado tiempo, en opinión de Harry. Habían pasado tres semanas desde que Severus se había marchado a Siria. En su ausencia, Harry no se había acercado a... nada. Estaba atascado en toda su investigación y, desde luego, no era más feliz. No podía evitar pensar que algo había salido mal. Severus sabía lo que buscaba y dónde, así que ¿por qué había estado fuera casi un mes? Cierto, miraba su reloj de bolsillo constantemente y la manecilla de Severus estaba negra, lo que significaba que estaba bien pero no podía evitar seguir preocupado.

Harry no podía creer que ya hubiera pasado casi un mes desde que se separaron. Sus amigos, Kingsley y Remus intentaron ayudar pero no había nada que hacer. Cuanto más tiempo pasaba Severus fuera, más sentía Harry que le faltaba algo. No era una sensación nueva; la había tenido casi desde que había empezado Hogwarts. Siempre había tenido esa sensación de necesitar algo. Siempre había tenido la sensación de necesitar tener a Severus en su vida. No importaba si se odiaban, siempre y cuando el hombre estuviera en su vida. No sabía qué era o si se lo estaba imaginando; nunca se lo había contado a nadie.

Harry suspiró, continuando con la mirada perdida en el diario de Slytherin. Llamaron a la puerta y él les permitió la entrada sin moverse.

-¿Tratando de decidir qué pedirle a Santa para Navidad?- dijo una voz divertida y Harry levantó la vista con el ceño fruncido.

-¿Qué quieres?- dijo mientras Draco levantaba una ceja y sonreía satisfecho.

-Me estoy asegurando de que no has hecho ninguna estupidez-, dijo Draco.

-¿No debería estar vigilándote entonces?-. dijo Harry y Draco rió entre dientes.

-Entonces, ¿qué estás haciendo?- preguntó Draco, sentándose en una de las tumbonas.

-Intentando averiguar dónde puede estar el cáliz o cuál puede ser el otro Horrocrux-, dijo Harry.

-En realidad quería hablar contigo sobre el cáliz-, dijo Draco.

-¿De qué se trata?- preguntó Harry con curiosidad.

-¿Sabes cómo es?-.

-Sí, lo vi en uno de los recuerdos que Dumbledore me hizo ver. ¿Por qué?-.

Draco sacó un viejo y andrajoso trozo de pergamino y lo desdobló. -¿Se parece a esto?-.

Harry cogió el pergamino. Era un dibujo a carboncillo y parecía casi idéntico a la copa que Harry había visto en el recuerdo.

-¿Quién dibujó esto?- preguntó Harry, mirándolo.

-Yo-, dijo Draco, -hace unos dos años-.

-¿Cuarto año?-.

-El verano siguiente-. Draco asintió. -Esto es lo que estamos buscando, ¿verdad?-.

-Sí, pero no lo entiendo. ¿Cómo has podido dibujar esto si nunca has visto la copa?-.

-Porque la he visto. Una vez. Entonces no sabía lo que era, sólo que era claramente importante. Se me quedó grabado en la cabeza y lo dibujé-, le dijo Draco.

-¿Cuándo lo viste?-.

-En verano, después de cuarto curso. Un día lo trajeron a la mansión-, dijo Draco.

-¿Sabes quién lo tiene?- dijo Harry y Draco asintió.

-Bellatrix Lestrange-.

-Demonios-.

-Voldemort se lo dio para que lo mantuviera a salvo. Lo trajo a la mansión para presumir de la responsabilidad que le habían dado a mis padres. Casualmente yo estaba en la habitación. No ocultaban las cosas porque pensaban que algún día yo sería un mortífago-, dijo Draco.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora