Capítulo 60

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Harry miró al techo y resopló irritado. Cuando Severus y Kingsley le habían dicho que su entrenamiento en duelos sería transferido en su mayor parte a Kingsley, le había entusiasmado la idea de trabajar con su hermano sustituto. Sin embargo, en su entusiasmo se olvidó de que Kingsley era auror, lo había sido durante mucho tiempo y ahora era auror jefe por una razón. La razón le miraba fijamente a la cara mientras estaba tumbado boca arriba y podía sentir su marca por todo el cuerpo. Sinceramente, Kingsley lo tenía más encima que Severus. No estaba seguro de si se refería a la insinuación sexual o no.

-¿Te vas a quedar ahí tumbado o te vas a levantar?-. dijo Kingsley, sonando divertido. Harry simplemente giró la cabeza y miró al hombre. El moreno no tenía ni una sola marca. Resopló de nuevo y volvió a mirar al techo por sexta vez aquella tarde.

-Creo que me quedaré aquí. Más seguro y menos doloroso-, dijo Harry, -o quizá menos humillante-.

Kingsley soltó una risita y Harry frunció el ceño mirando al techo. -Vamos, levántate, chico-.

-Eres un imbécil y te odio-, dijo Harry, sin moverse.

-Esta vez has durado más-, señaló Kingsley.

-¿Por cuánto? ¿Diez segundos?-.

-Más bien veinte-.

Harry lo fulminó con la mirada.

-Veo que estás prestando atención a tus fulminantes lecciones de Severus-, dijo Kingsley.

-Díselo a él, te reto-, dijo Harry.

-No, gracias-, dijo Kingsley y Harry puso los ojos en blanco. -Arriba-.

-Sí, mamá-, dijo Harry y chilló cuando el Hechizo punzador le golpeó el muslo. Miró furioso a Kingsley. -¿Quieres que me levante o que me vaya?-.

-Con que te levantes está bien-, dijo Kingsley despreocupadamente y volvió a reírse ante otro de los resplandores de Harry. -Haremos un pequeño descanso-, dijo cuando Harry por fin se impulsó para sentarse. Kingsley se sentó a su lado.

-Todo esto parece tan... loco a veces-, dijo Harry ante el silencio.

Kingsley lo miró. -¿Qué quieres decir?-.

-Esto ya no es un colegio, Kingsley. Es una prisión o una base de entrenamiento militar. Mis días están llenos de entrenamiento, investigación y miedo. Ni siquiera recuerdo cuando mi principal objetivo era llegar a clase a tiempo y terminar los deberes. Ahora me entreno para una batalla para la que ni siquiera estoy seguro de estar preparado. Ahora estoy abriendo una casa de acogida para intentar proteger al menos a algunos niños. Ahora me aterroriza perder de vista a las personas que me importan por si nunca vuelven. Así no es como se supone que debe ser ser adolescente-.

El auror no contestó.

-No estoy seguro de cuánto más puedo hacer o por cuánto tiempo más. Parece que hay un ataque al día y por mucho que se investigue, no se encuentra una conexión. Por más que investigo, no encuentro nada que ayude con los Horrocruxes, permitiendo que Voldemort siga caminando inmortal. No tengo ni idea de si las Reliquias de la Muerte pueden ayudar y, aunque pudieran, no tengo la Varita de Saúco. Todo está muy jodido y no hay señales de que vaya a mejorar ni remotamente. Ya no sé qué hacer-.

Kingsley esperó unos instantes antes de hablar. -¿Has terminado?-.

Harry asintió.

-Bien. Ahora escúchame-, dijo Kingsley con seriedad y Harry lo miró. -Es cierto, todo es tan loco como puede serlo, pero hay un final a la vista. Sólo que está más lejos de lo que nos gustaría. Aunque el entrenamiento y la investigación parezcan inútiles, no lo son. Algo saldrá de ambos. Estoy de acuerdo, te estás preparando para una batalla que quizá nunca estés preparado para librar. Sin embargo, ocurrirá en algún momento y estarás allí aunque intentemos retenerte. Lo menos que podemos hacer es dejarte entrar al menos con algo de material. Puede que tú ya no sepas qué hacer, pero yo sí-.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora