Tras despertarse de otra pesadilla en la que Harry salía de su vida, Severus agradeció que llegara la hora de levantarse, pero también la temía, pues significaba que tenía que pasar el día.
Lentamente se preparó para el día y salió del dormitorio para desayunar con Harry en la cocina como de costumbre. Al salir, vio a Harry metiendo cosas en su mochila y echándosela al hombro.
-¿Harry?- dijo Severus, intentando evitar que se le quebrara la voz aunque sentía que se le partía el corazón. ¿Harry lo estaba abandonando? ¿Tanto había ofendido al joven? ¿Qué había hecho? No podía perder a Harry. Lo quería demasiado.
-Severus, cálmate-.
Severus parpadeó a pesar de su ansiedad. Harry estaba de pie frente a él y, aunque aún parecía enfadado, Severus podía ver el cuidado y la preocupación de Harry.
-No voy a dejarte-, dijo Harry. -Sigo enfadado, pero no voy a dejarte. Hermione ha llamado. Ha terminado de traducir el libro en su mayor parte y quiere que lo vea. También creo que nos vendría bien un tiempo separados. Estaré en Grimmauld Place si me necesitas-.
Severus asintió, pero siguió mirando a su joven amante.
Harry le dedicó una pequeña sonrisa y le besó la mejilla. -Te sigo amando. Hasta luego-.
Severus vio como Harry se metía en la chimenea. -Te amo-, dijo justo antes de que Harry soltara el polvo Floo.
Harry sonrió. -Lo sé. Adiós-. Desapareció en un remolino de llamas verdes.
Severus se quedó mirando la chimenea durante largo rato antes de decidirse a dar un paseo. Tal vez podría averiguar qué había hecho enfadar a Harry. Salió de sus habitaciones, se dirigió a las mazmorras y salió al exterior. Para ser finales de marzo, hacía un día muy cálido que derretía con facilidad las manchas de nieve que aún quedaban. Se metió las manos en los bolsillos y recorrió los terrenos del colegio.
Sabía que tenía algo que ver con lo que había dicho anoche, pero ¿qué? No había dicho nada que no supieran ya. Sabían que probablemente moriría. Sabían que había hecho su trabajo para la guerra. Ya no era un espía, así que sólo tenía que ayudar a Harry en la batalla final y luego había terminado. Cualquier protección sería inútil para él.
"Tal vez no valgo la pena", había dicho Harry.
¿Por qué diría que no valía la pena? ¿Que valía qué? ¿Protección? ¿Conocimiento? ¿Amor? ¿Ayuda? ¿Qué fue lo último que había dicho antes de que Harry se enfadara?.
'No valgo la protección extra que él pueda tener'.
¿Qué hay que salvar?.
'No entiendo por qué estás molesto.'
-Eres un completo idiota-.
Severus se giró, con la varita en la mano, sólo para ver a Kingsley de pie un poco detrás de él. Tenía los brazos cruzados, una ceja levantada y una sonrisa burlona en la cara.
-No creo que maldecirme ayude a Harry a perdonarte-, dijo Kingsley, acercándose.
Severus lo fulminó con la mirada y dejó caer la varita. -¿Qué sabes tú de eso?-.
-Todo en realidad. Harry vino a verme por la noche y me dijo que se habían peleado. Estaba a punto de llorar-, dijo Kingsley. -Realmente no lo entiendes, ¿verdad?-.
-¿Entender qué? No entiendo qué dije que fuera tan ofensivo-, dijo Severus, frustrado.
-A veces me pregunto cómo dos personas tan emocionalmente atrofiadas como ustedes dos logran estar juntas-, musitó Kingsley despreocupadamente y Severus gruñó. Kingsley soltó una risita. -Mira, no has dicho nada ofensivo. Sólo has dicho una estupidez-.
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SPUR OF THE MOMENT
FanfictionLa guerra continúa cuando Harry Potter entra en su sexto año. Obligado a trabajar con Severus Snape para terminar la guerra, ¿qué sucede cuando los sentimientos cambian? ¿Cómo puede alguien concentrarse en los sentimientos cuando una guerra amenaza...