Capítulo 54

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Harry suspiró mientras miraba contemplativo la simple caja de cartón que le había dado su primo. Supuso que como había venido de casa de su tía era una caja con las cosas de su madre y que ésa era también la razón por la que nunca se la habían dado hasta ahora. No sólo contemplaba la caja. No, también tenía un sobre de aspecto muy oficial sentado junto a la caja y mirándole fijamente. Tenía el sello de Gringotts y a Harry casi le aterrorizaba abrirlo. Si Severus hubiera estado allí, se sentiría mejor abriendo tanto el sobre como la caja, pero no... Severus estaba en el despacho de Dumbledore ayudando con Dudley y todos los demás en el castillo estaban haciendo sus cosas. Así que Harry estaba sentado solo en el sofá de los aposentos que compartía con Severus, mirando fijamente la carta y la caja sin abrir.

Sinceramente, cosas tan pequeñas causaban problemas tan grandes... o ansiedad. Harry exhaló un suspiro y sacudió la cabeza. Extendió la mano y tocó el sobre.

-Hola, cariño-, dijo Ivory al posarse en el sofá junto a él.

-Hola-, dijo Harry distraídamente, sin dejar de pasar los dedos por la carta.

-¿Qué pasa, Harry, querido?-, preguntó el cuervo.

-Nada, la verdad. Sólo aprensión, supongo-, le dijo Harry.

-¿Qué hay en la caja?-.

-No lo sé específicamente. Lo más probable es que sea una caja con cosas de mi madre-.

-¿Y la carta?-.

-De Gringotts-.

-Ambas son muy importantes, al parecer-, dijo Ivory.

-Más que probable-. Harry asintió.

-Tal vez deberías abrirlos entonces, querido-, dijo Ivory, sonando divertida.

Tan parecida a su Protegido. Sinceramente, es ridículo, pensó Harry con una risita silenciosa.

-¿Sabes si Severus volverá pronto?- preguntó Harry.

-Todavía está hablando con el director sobre tu primo-, dijo Ivory.

-Maldita sea-, murmuró Harry. -Supongo que abriré la caja primero-.

-Tal vez vuelva a tiempo para abrir la carta conmigo-, musitó Harry mientras acercaba la caja. Realmente no era una caja grande y era relativamente ligera. Obviamente no había mucho dentro.

Harry respiró hondo y abrió la tapa. Al mirar el contenido, a Harry le dio un vuelco el corazón. Justo encima había una foto muggle de Lily tumbada en una cama de hospital, con un bulto azul en brazos, y James estaba a su lado, hablando con su hijo recién nacido. Ninguno de los dos miraba a la cámara, sino a su bebé.

Debajo de la foto había dos montones de sobres, sujetos con una goma elástica. También había una bufanda, un libro azul oscuro, una pluma y varias cosas más, incluidas más fotos. Al mover una foto de Lily y Petunia de niñas, sus ojos captaron una caja de terciopelo azul. Frunció un poco el ceño, curioso, y sacó la caja. No era muy grande, pero tenía algo de peso. La abrió y se quedó boquiabierto. Sobre un lecho de satén había dos insignias, una para la directora y otra para el director. Las insignias de sus padres. Se preguntó por qué su tía Petunia tendría las insignias.

-Me sorprende que no las guardaran en una cámara acorazada-, dijo Ivory mirando las insignias.

-Tal vez nunca llegaron a hacerlo-, dijo Harry en voz baja, todavía mirando las cosas. Pasaron varios minutos hasta que por fin cerró la caja de terciopelo y la volvió a meter en la caja de cartón. -Probablemente nunca habría conseguido esto si mis parientes no hubieran muerto-, dijo, volviendo a dejar la caja sobre la mesita.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora