Capítulo 45

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-Acabo de terminar de curarme del accidente de coche y ahora me ha aplastado un edificio-, dijo Harry irritado.

Severus lo miró con expresión divertida. -Te han hecho más daño los ingredientes y las estanterías que el edificio en sí-.

Harry lo fulminó con la mirada. -Eso no ayuda, ¿sabes? Igual me aplastó un edificio-.

-A mí también-, dijo Severus, apartando la camisa de Harry para examinar el pecho en curación del joven.

-Apenas te has hecho daño, imbécil-, gruñó Harry.

-No seas grosero-, dijo Severus, cogiendo un frasco de ungüento y abriéndolo.

Harry siseó de dolor cuando Severus le untó el pecho con el ungüento. -Eso duele mucho, si es que te importa-.

-Harry, hago lo mejor que puedo dada la situación. No soy un sanador y tenemos un suministro limitado de cosas-, dijo Severus.

Harry suspiró. -Lo sé. ¿Cuánto tiempo llevamos aquí?-.

-Un par de horas. Puede que tenga que intentar encontrar una salida yo mismo-, dijo Severus, cerrando el frasco pero dejando la camisa de Harry abierta para no irritar la piel quemada.

-El Ministerio es demasiado incompetente para ser de fiar-. Harry puso los ojos en blanco, moviéndose incómodo. Se habían quedado sin Analgésicos, ya que sólo unos pocos habían sobrevivido al derrumbe del edificio. El pecho le dolía constantemente, así como las costillas y la pierna.

-Qué palabras tan grandes, Sr. Potter. Seguro que no se ha hecho daño?-. Dijo Severus con una sonrisa burlona y Harry entrecerró los ojos.

-Sí, metámonos todos con los heridos-, refunfuñó Harry y Severus soltó una risita.

Severus pasó los dedos por el pelo de Harry cariñosamente. -Eres un encanto, Harry-.

-Me alegro de divertirte-, dijo Harry, todavía con el ceño fruncido.

-No hagas pucheros, Harry-, dijo Severus, aún sonriendo.

-Me está permitido. Soy yo el que está agonizando-, dijo Harry. Sabía que estaba siendo petulante, pero no le importaba. Estaba harto de que le hicieran daño.

-Lo sé, Harry. Lo siento-, dijo Severus.

-Bueno, no es tu culpa, ¿verdad, Severus?- Dijo Harry. -Lo siento. Sé que estoy siendo molesto. Es que estoy harto de que me hieran-.

-Lo sé, Harry-. Severus asintió. -¿Cómo te sientes? ¿Qué es lo que más te duele?-.

-El pecho. De vez en cuando me duele la pierna, pero no demasiado. Y la cabeza sólo la siento como si me doliera la cabeza-, le dijo Harry.

-¿Y las costillas?- preguntó Severus.

-No he sentido nada-. Harry sacudió la cabeza.

-Probablemente eso sea bueno-, dijo Severus.

-Sí, lo es. No necesito más dolor en este momento-, dijo Harry.

-Volveremos a Hogwarts enseguida, Harry. Estarás bien-, dijo Severus y Harry asintió, preguntándose internamente a quién estaba tranquilizando Severus. -Deberías intentar dormir. Voy a intentar encontrar una salida-.

-Realmente no creo que pueda, no con mi pecho-, dijo Harry.

-Sólo inténtalo. Si no puedes, simplemente relájate-, le dijo Severus. Harry volvió a asentir.

Severus observó cómo Harry cerraba los ojos y respiraba profundamente unas cuantas veces. Severus se alejó del lado de Harry y procedió a tratar de encontrar una forma de escapar.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora