Capítulo 31

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-Lo siento, muchacho- dijo Dumbledore, y Severus frunció el ceño. El director estaba haciendo un trabajo terrible diciéndole esto al chico-no, al joven.

-¿Pero por qué? ¿Por qué yo no puedo volver y todos los demás sí?-. preguntó Harry desesperado.

-Lo siento, Harry-, repitió Dumbledore y Severus gruñó.

-Deja de disculparte, Albus, y dile por qué-, dijo Severus, mirando a los ojos verdes de Harry para intentar calmarlo.

-¡Severus!- le reprendió McGonagall.

-No pasa nada, Minerva. Severus tiene razón-, dijo Dumbledore con serenidad. -Harry, creemos que Voldemort puede haber estado detrás de este ataque. No puedes regresar a la Torre por tu seguridad-.

-¿Dónde me quedaré entonces?- preguntó Harry, tratando de ocultar su angustia ante la noticia.

-Se ha decidido que te trasladarás a los aposentos de Severus-, le dijo Dumbledore. Harry miró a su amigo y recibió un asentimiento que era a la vez de confirmación y de aceptación.

-¿Puedo seguir visitando la Torre?- preguntó Harry, esperando no quedar completamente aislado de sus amigos.

-Claro que puedes, muchacho. Esto es simplemente para que estés seguro por la noche-, dijo Dumbledore y Harry hizo un pequeño gesto con la cabeza.

-De acuerdo-, dijo.

-Excelente-, dijo Dumbledore, dando una palmada. -Puedes mudarte en cuanto estés mejor-.

Harry volvió a asentir pero no quiso mirar al hombre.

-Profesor, ¿qué pasó con nuestras cosas? Se destruyeron en el incendio?-. Preguntó Dean y Harry levantó la cabeza ante la pregunta.

-Depende de si tenias encantamientos de protección en los baúles-, dijo Dumbledore.

-¿Quieres decir que nadie ha estado en la Torre desde aquella noche?-. se preguntó Harry.

-Eso es correcto-. Dumbledore asintió.

-Dobby-, llamó Harry, sobresaltando a todos con la llamada al azar. Al cabo de unos segundos, Dobby apareció en el ala del hospital.

-Harry Potter, señor. ¿En qué puede ayudarle Dobby, señor?- preguntó el elfo con entusiasmo.

-Dobby, ¿podrías ir a los dormitorios de los chicos en la Torre Gryffindor? El dormitorio en el que estoy. ¿Podrías traer alguno de nuestros objetos que sobrevivieron al incendio?- pidió Harry.

-Dobby estaría encantado, señor-, dijo Dobby y desapareció con un crujido familiar.

-Bueno, de eso ya nos hemos ocupado-, dijo Dumbledore divertido mientras le guiñaba un ojo a Harry. No pasó mucho tiempo hasta que Dobby apareció de nuevo, esta vez con cinco baúles que parecían estar en perfecto estado.

-No les pasa nada. Están perfectamente bien-, dijo Dean, confuso.

-¿Cómo es posible?-. Harry frunció el ceño.

-Sería Dobby, señor-, dijo Dobby y todos miraron al pequeño elfo doméstico.

-¿Dobby?-.

-Sí, Harry Potter, señor. Le pongo protección al baúl del señor y hace lo mismo con los baúles de los amigos del señor-. Dobby asintió.

-Dobby, eres increíble. Muchas gracias-. Harry sonrió al elfo.

-De nada, señor-, Dobby hizo una reverencia y desapareció.

-Harry, ese elfo está loco pero es fantástico-, dijo Seamus y todos rieron entre dientes.

-Salvó todas nuestras cosas-, dijo Dean mientras miraban sus baúles.

SPUR OF THE MOMENTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora