SPUR OF THE MOMENT

Capítulo 42

-No sé qué estabas haciendo y no quiero saberlo-, dijo Pomfrey al día siguiente. -La Marca sigue ahí, por si no lo habías adivinado. Ahora hay cicatrices, pero tienes una poción para eso si quieres que desaparezcan-.

Severus asintió mientras ella hablaba, deseando nada más que poder escapar a sus habitaciones.

-No permitas que te vuelva a ver haciendo esto, Severus Snape, ¿me entiendes?- Dijo Pomfrey, mirándolo fijamente.

-Sí, lo entiendo, Poppy-. Severus suspiró.

-Puedes irte- dijo Pomfrey y Severus salió inmediatamente de la enfermería.

Suspiró mientras bajaba a sus habitaciones, decidido a estar solo durante algún tiempo. Susurró la contraseña de Slytherin y entró en sus aposentos. Miró a su alrededor y vio que habían limpiado la habitación de sangre. Sacudió la cabeza y se sentó en el sofá. Apoyó el codo en el reposabrazos y apoyó la cabeza en la mano, cansado. Se miró el brazo izquierdo, aún vendado. Ya no tenía que llevar las vendas, pero no estaba seguro de si quería verse el brazo o no. En cualquier caso, la Marca Tenebrosa seguía allí.

Severus levantó la vista cuando alguien llamó a la puerta.

-Adelante-, dijo en voz baja.

La puerta se abrió y vio a Dumbledore entrar en sus habitaciones.

-Buenas noches, Severus-, dijo Dumbledore y Severus suspiró.

-No me sermonees, Albus-, dijo Severus mientras inclinaba la cabeza hacia atrás.

-Deseo saber por qué lo hiciste-, dijo Dumbledore.

-Eso parece ser todo lo que alguien quiere saber-, dijo Severus. -No intentaba suicidarme. Intentaba deshacerme de la Marca-.

-¿Por qué?-.

-Porque es la razón por la que no puedo entrar en Privet Drive para ayudar a Harry-, admitió Severus, mirando fijamente a Dumbledore a los ojos.

-Severus-. Dumbledore respiró hondo. -Sabes que no debe irse-.

-No quiero oírlo, Albus. No estoy de humor-, dijo Severus con rigidez mientras fulminaba al hombre con la mirada. -Independientemente de si quieres que se vaya de allí o no, voy a sacarlo. Encontraré otra forma de burlar los pabellones, ya que sé que no me lo dirás-.

-Severus...-

Severus se puso en pie y miró profundamente al anciano. -No, Albus, no quiero oírlo. Harry es mi amigo y me preocupo por él más de lo que me he preocupado por nadie. No me quedaré de brazos cruzados mientras le hacen daño en Privet Drive-.

[♡♡♡♡♡♡]

Habían pasado unos días desde que Severus había sido dado de alta del ala hospitalaria y aún no había salido de sus aposentos. Había libros, pergaminos, plumas y tinta esparcidos por todas las habitaciones, haciendo que el lugar pareciera inusualmente desordenado. Ivory y Hedwig observaban al profesor de Pociones mientras éste se apresuraba a revisar todos los libros y pergaminos que había sacado. Estaba claro que el hombre estaba absolutamente decidido a encontrar una forma de atravesar las vallas que rodeaban el número cuatro de Privet Drive.

Severus estaba sorprendido, ya que Dumbledore aún no había regresado para interrogarlo un poco más, después de que a principios de semana casi lo hubiera echado físicamente de sus habitaciones. Sin embargo, estaba seguro de que el anciano aparecería pronto.

Severus estaba sentado en su sofá casi una semana después de haber estado en la enfermería con un gran texto antiguo en el regazo cuando alguien llamó a la puerta antes de entrar.