Extra • Confesión

246 19 14
                                    

Anna regresó al bosque para ver a su hermana mayor Elsa. Hacía tiempo que no podían compartir tiempo juntas, así que se aprovechó de que la primavera iba a finalizar pronto y huyó del palacio por unos pocos días. Al encontrarse con su hermana lo primero que hizo fue abrazarla y llorar un poco. La lejanía le hacía sentir que de nuevo había una puerta separándolas y eso era una sensación terrible para Anna.

Anna pudo conversar, jugar, comer y dormir con Elsa como lo solían hacer cuando eran niñas. Incluso si ahora Anna tenía que abrigarse con tres pares de cobijas y abrigos para soportar la temperatura de la habitación.

Sin embargo, notó algo extraño en Elsa. Ella solía ser muy enfocada, se concentraba en los detalles más mínimos y siempre se preocupaba porque todo siguiera una estricta alineación que no tenía lugar para ningún tipo de error, pero ahora mientras charlaban, Anna podía notar que Elsa fijaba su vista en una dirección en particular. Siempre posando la mirada en Ryder, uno de los jóvenes de la tribu Northuldra. Inmediatamente Anna supo a qué se debía. Le enterneció que ahora Elsa tuviera a alguien que hiciera latir su helado corazón, pero durante los días que estuvo acompañándola nunca la vio interactuar de ninguna manera con él. Supuso que era debido a su timidez o quizá no se sentía en confianza para hacerlo todavía.

Anna se relajó en la hierba y le hizo una señal sutil a Elsa para que se sentará al lado de ella. Estando juntas, Anna prefirió sentarse y conversar con su hermana sobre lo que acaba de descubrir en ella.

— Deberías hablarle ¿Sabes?

— ¿Qué? ¿De qué...? ¿De quién hablas?

—Sabes de quién hablo - Anna movió la cabeza hacía la dirección del muchacho. Él charlaba animadamente con un hombre mayor, de complexión robusta y más alto que Kristoff. Elsa tardo un segundo en entender.

— ¡No, no, no, no! Aún no nos conocemos lo suficiente.

— Deberías pedirle una cita

— ¿Crees que es buena idea?

— Solo quiero tu felicidad. Si no tomas la iniciativa quizá nunca encuentres tu felices para siempre.

Elsa jugó con sus dedos durante unos segundos, reflexionando el consejo de Anna. Sus mejillas se ruborizaron, sin embargo, justo después de inhalar profundamente se levantó del suelo junto a Anna y caminó hacía su destino.

La pelirroja estaba orgullosa de su hermana mayor. La vio dar pasos demasiado fuertes y seguros al principio, después comenzó a caminar vacilante.

— ¿A dónde va...? - pensó en voz alta al ver que Elsa iba en dirección a Ryder, pero se iba de largo. Anna estiro el cuello tanto como pudo y se movió de izquierda, derecha, arriba y abajo para ver con quien estaba Elsa en realidad.

Abrió la boca de la sorpresa al percatarse de que detrás del hombre robusto y alto estaba alguien más. Algunos metros detrás del hombre y Ryder, estaba Honeymaren, la hermana menor del joven.

Vio que Elsa estaba nerviosa. Ponía las manos detrás de la espalda para esconder que la punta de sus dedos estaban congelandose. También vio que sus mejillas ardían en rojo y se reía nerviosamente. Honeymaren imitó la mayoría de sus gestos al principio, después mostró una postura de mayor seguridad. No pudo escuchar exactamente de que hablaban, pero sí pudo ver que la morena asintió con la cabeza repetidamente y después tomó el rostro de la platinada para besarle la mejilla. La ojiazul se quedó impresionada y se llevó la mano hacía donde el beso fue depositado hace un momento atrás. Honeymaren se despidió de ella usando la mano. Elsa hizo lo mismo usando la otra mano. Se le pinto una suave sonrisa soñadora. Giró en dirección a Anna y le levantó el pulgar antes de regresar con ella.

Anna hizo su mejor esfuerzo por no delatar la sorpresa que se había llevado.

— ¡Me dijo que podemos cenar juntas! - se rió alegremente en voz baja.

— Lo hiciste fantástico - confesó Anna. Le tranquilizaba saber que de hecho Elsa se sentía feliz por relacionarse con su crush.

— Me estan temblando las piernas ¿es normal?

— Quizá es el frío - señalo que la mano de Elsa estaba tornándose azul debido al hielo.

— ¡Wow! No pensé en hacer eso - se sacudió el hielo de los dedos y respiró con tranquilidad para tranquilizarla sus nervios.

— Me alegra saber que te estas dando la oportunidad de ser feliz. Ya es hora de que regrese al palacio. Envíame una carta contándome todo sobre tu cita cuando puedas ¿esta bien?

— ¡Lo haré, que te vaya bien! - Elsa realmente se veía feliz. Anna en realidad quería quedarse hasta el día de su cumpleaños en dos días más, pero intuyó que para que la relación de Elsa pudiera florecer ella debía darle espacio para desenvolverse.

Pasaron algunos meses, cada último día del mes, Anna recibía una carta de Elsa. A veces hablaba sobre la temporada, algunos problemas de la tribu, sus juegos con los espíritus y los niños y por supuesto, su reciente noviazgo.

Anna leía todas esas cartas esperando que Elsa le contará todo sobre cómo Honeymaren había cautivado su corazón de hielo. Le divertía leer sobre la vez que Elsa le enseñó a patinar a Honeymaren, cómo a veces paseaban de la mano durante el día, cenaban juntas apartadas de la tribu o su parte favorita en cualquier libro de romance: el primer beso. El cual, en este caso se había dado en medio de la noche, frente la luz de la luna.

Anna estaba feliz. Volvería a ver a Elsa en algunas semanas cuando el invierno iniciará, pero también esperaba ver a Honeymaren siendo presentada oficialmente como su prometida.

— ¿Elsa? ¿Con novia? Vaya, creí haberlo visto todo - bromeo Kristoff. También él estaba alegre. Consideraba que Elsa en realidad era una persona muy linda y amable que merecía recibir amor igual que cualquier otra persona —. ¿No te da un poco de celos ahora que tienes que compartir a tu hermana?

— Sí, un poco, pero ¿Sabes? Si Elsa se siente feliz entonces no tengo problema con compartir.

— Que adorable ¿tenemos zanahorias? Oaken no abrió su tienda hoy.

Anna giró la cabeza de lado a lado y Kristoff se fue gruñendo. Ella continuo su lectura. Según parecía, Elsa había aceptado su invitación para la noche de juegos familiar de la siguiente semana. Anna tomó su pluma y le escribió de regreso: "¡Trae a Honey!"

Elsamaren • One-shots (songfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora