Extra • Masaje

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Después de un agotador día de trabajo no hay nada más reconfortante que acostarte en tu suave cama y dormir hasta que amanezca, pero eso era en Arendelle, estando en el bosque Encantado dormir bien era una tarea mucho más difícil.

Elsa se acaricio el hombro con molestia, desde que había asumido su papel como quinto espíritu se atuvo a las consecuencias de sus responsabilidades.

Hizo su trabajo a un lado y giró hacía los lados para liberar la tensión de su espalda, después movió los hombros en circulos para sentirse cómoda.

El día apenas estaba comenzando y ya sentía que había una tonelada de cosas sobre ella, sobre todo en su espalda. Suspiró, aunque quisiera descansar su deber era primero y se aseguraría de primero cumplir sus labores antes de pensar en sí misma.

Una vez que el cielo se cubrió de estrellas y la luna resplandecío sobre ella sintió un pequeño instante de relajación. Su trabajo había finalizado más tarde de lo que imagino, pero ya era libre de irse a descansar.

— Hora de dormir - le dijo Elsa a Honeymaren mientras la tomaba de la mano para acompañarla a su carpa.

— ¿Cómo sigue tu espalda?

— Nada que una buena noche de sueño no pueda arreglar - respondió con seguridad —. ¿Te gustaría que nos veamos mañana y hagamos algo en especial?

— ¿Y si mejor te quedas conmigo esta noche?

— No creo que Ryder se sienta cómodo con nosotras juntas

— Pff, déjamelo a mí.

(***)

— ¡Ey, habíamos dicho que "invitados" con una noche de anticipación! - se quejó Ryder cuando Honeymaren lo sacó de la carpa a la fuerza.

— Se me olvido - jaló a Elsa al interior.

— Debí imaginar que harías eso - murmuró la ojiazul —. ¡Lo siento! - le grito a Ryder, pero no sabía si él la había escuchado.
— No es la primera vez que se queda afuera - mencionó la castaña.

— Igual fue grosero, la próxima vez que vaya a Arendelle le traeré un regalo para compensarle - Elsa se sento a un lado de Honeymaren. La morena se movió de lugar y comenzó a masajear los hombros de la ojiazul —. Eso duele.

— Te sentirás mejor, confía en mí - Elsa se relajó un poco y conforme pasaba el tiempo sentía un mayor alivio —. Recuestate.

Pasado un tiempo, Honeymaren se cansó y se acostó junto a Elsa. Realmente esperaba que eso hubiera ayudado a su novia.

— Gracias... Eres un sol. Te amo - le confesó sin mover un solo músculo. Estaba demasiado cómoda para atreverse a perturbar su paz.

— Si sigue doliendote avísame... Para avisarle a Ryder que se vaya - Elsa se rió. Honeymaren se inclino para besar su frente, pero ahora había un pequeñito problema.

— Tengo comezón y no me quiero mover.

— Sí, sí, ya voy.

(***)

Honeymaren colocó sus manos detrás de ella y dobló su columna hacía atrás emitiendo un quejido.

— ¿Estás bien?

— Mi trabajo de ayer realmente me lastimo, se arregalara cuando vayamos a dormir.

— ¿Vayamos? ¿Ryder sabe?

Nuevamente Honeymaren se quejó. Busco con la mirada a su hermano y cuando lo localizo le grito.

— ¡Ryder, otra vez tienes que dormir con los renos!

— ¡Ya mejor mudate! - le contesto —. ¿Quién se cree? Su novia construye palacios de hielo y no puede crear una habitación.

— Bien, esta noche te ayudaré con tu dolor de espalda. 

(***)

— Tus manos son muy frías

— Si quieres me detengo - dijo Elsa alzando ambas manos.

— No, sigue.

— Me lo imagine.

El trabajo extra siempre era un fastidio, pero desde ambas adoptaron la costumbre de darse masajes continuamente después de largos y agotadores días de trabajo, hacer horas extra ya no les parecía algo tan malo. Aunque ciertamente Ryder estaba harto de que lo hicieran dormir afuera en el frío solo con la compañía de los renos.

Elsamaren • One-shots (songfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora