Elsamaren • One-shots (songfics)

Parte 12 • Ride It

Fue un día agitado, las luces de la ciudad eran una vista preciosa desde la oficina más alta del edificio. Los autos llendo a su destino y quedando atrapados en el tráfico era un escenario habitual al que ya estaba acostumbrada. Todavía le quedaban algunas cuentas y documentos pendientes, pero eso ya sería para otro día, le había prometido a su hermana Anna acompañarla a un nuevo club nocturno que había abierto hace poco.

- ¡¿Estás lista, dulce hermana?! Kristoff nos espera abajo - la pelirroja sacudio su cabello con emoción presumiendo el lindo vestido que llevaba.

- Sí, sí, sí - suspiro y se levantó de la silla -. Vayamos de una vez, esta oficina ya me tiene harta.

- Eres la jefa, podrías irte a la hora que quieras.

- Por ser la jefa debo trabajar más que el resto

- Lo que digas.

Anna tomó a su hermana mayor del brazo y la jalo hasta el elevador para encontrarse con Kristoff.

- Las dos se ven fantásticas...

- ¡Tenemos que ir rápido, antes de que Elsa se arrepienta! - exclamo Anna metiendo a su hermana al auto.

Elsa bufo y se dedicó a mirar la ventana hasta llegar a su destino.

Una vez ya en el club nocturno, se preguntaba porque había aceptado ir, la música era tan alta que no la dejaba escuchar sus propios pensamientos, había tanta gente que se ponía nerviosa cuando perdía de vista a Kristoff y Anna, además llevaban bastante rato ahí y ya comenzaba a cansarse. Escucho una nueva canción, el ritmo puso a bailar a más de la mitad de los presentes y entre las luces, el baile y el efecto del alcohol finalmente había perdido de vista a quienes la acompañaban. El pánico la invadió, se imagino que Anna y Kristoff estarían en la pista bailando, pero ¿qué haría ella entonces? No le gustaban los lugares concurridos y mucho menos los extraños.

Se quedó sentada en la mesa, mirando su vaso vacío preguntándose si era prudente pedir otro trago. Alzo la mirada esperando ver a alguno de sus amigos, pero solo se encontró con una chica morena que sostenía un cosmopolitan.

-¿Te molesta si me siento aquí?

Elsa hizo un gesto con la mano y ya una vez cara a cara trataron de hacer fluir una conversación.

- Lamento entrometerme así, pero no sé dónde se metió mi hermano y este sitio no me genera confianza con tantos... Ebrios - señaló a un grupo de hombres que no dejaron de observarlas hasta notar que ellas les devolvían la mirada.

- Ah, no te preocupes, puedes quedarte aquí hasta que encuentres a tu hermano.

- Muchas gracias, pero él no contesta su celular y yo ya quiero irme, ni siquiera quería venir, de alguna forma mi hermano me convenció, dijo que sería divertido y bla bla bla.

- Mi hermana me dijo lo mismo, pero yo le prometí que haríamos lo que ella quisiera este fin de semana. Estos lugares no son mucho de mi agrado.

- Los hermanos pocas veces valoran lo que hacemos para hacerlos felices - menciono la morena.

- Eso es cierto - la morena le dio un trago a su bebida y miró a Elsa