Parte 9 • Adicct

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I'm addicted to the feeling
Getting higher than the ceiling
And we're never gonna want this fucking feeling to end
Just concede and give in to your inner demons again

Una nueva moda aterrizaba en las costas de Arendelle justo cuando la exmonarca y su novia llegaban para pasar las vacaciones de primavera en el tranquilo reino.

— Más mucha más gente que otras días - exclamo Honeymaren chocando sin querer con una señora —. Perdone - fue ignorada totalmente, como si nada hubiera pasado.

— Vendedores extranjeros - menciono Elsa reconociendo una bandera en el hasta de uno de los tantos barcos en el muelle —. Muchas veces traen baratijas, parece que está vez trajeron algo más valioso ¿quieres ir a ver? Puedo comprarte lo que quieras.

Ambas corrieron hacía el puesto ambulante que estaba rodeado totalmente de personas.

— ¡Afrodisíacos de tierras lejanas! ¡A solo catorce monedas! - anuncio el comerciante.

— Oh Dios - exclamó Elsa fastidiada —. ¿Catorce monedas por esa tontería?

— Sí, es muy caro. Gracias por decir que me comprarías lo que quisiera - le arrebato la bolsa con su dinero. Elsa no se movió, después de todo era verdad, debía cumplir su palabra.

Los afrodisíacos eran la nueva moda en Arendelle, cada persona que se acercaba al puesto se llevaba consigo al menos tres o cuatro frascos.

— ¡Acerquese con confianza, señorita! Tengo una amplia variedad que puede fascinarle. ¡Este poderoso afrodisíaco de cardamomo no dejará que ningún hombre pueda dormir en todo la noche! Pero si ese no le interesa puede llevarse este delicioso afrodisíaco de flor de Jazmín y ajedrea para motivarse - señaló los frascos —. También tengo uno más delicado y suave, es de Lirio. Algunos anti estrés como este de aquí que es de Ginseng. Solo tiene que dejar abierto el frasco con la escencia que eligió en una habitación cerrada y la pasión florecerá.

— Me llevo el de Jazmín - tomo el frasco y entrego las monedas, pero el vendedor la detuvo.

— ¡También hay una oferta especial, por tan solo cinco monedas más puede llevarse otro frasco del afrodisíaco de su preferencia!

Honey miró a Elsa esperando su aprobación. La platinada accedió rendida. La morena tomó el segundo frasco de Lirio.

— ¡Gracias, vuelva pronto! - grito el comerciante entregando otro par de frascos a los nuevos clientes mientras un montón de monedas caían en su sombrero en la mesa.

— No sé para que quieres eso - menciono Elsa y la morena la miro alzando una ceja.

— ¿Así de inocente eres?

— Quiero decir, SÉ para que los quieres, pero no entiendo por qué los quieres.

— Por la experiencia ¿no te emociona ni un poquito? ¿No te siente algo intrigada?

— Me siento fatigada - confesó —. Vayamos por algo de comer.

— ¿Podemos probarlos después de comer? - la miro con cara de cachorrito triste, no había manera en que Elsa se negara a sus peticiones cando hacía esa carita.

El rostro de la ojiazul se tiñó de un tenue rojo, pero como sea, solo era por la experiencia después de todo.

— Ya veremos - fueron a comer y no discutieron mucho el tema hasta llegar al palacio y tenían mayor privacidad —. ¿Qué es lo que...?

Honeymaren la abrazó delicadamente y comenzó a decirle lo linda que era, que también era amable y cariñosa y una persona realmente confiable.

— Esto es una trampa, sé que es una trampa - bufo Elsa aún siendo abrazada por su novia —. ¡Dios! Bien, los vamos a probar esta misma noche si quieres - en ese instante la morena la soltó y la tomó de la mano para dirigirse a un nuevo destino, pero Elsa se apartó —. Dije esta noche, tengo que ir con Kristoff a la montaña del norte para que Olaf pase unos días con sus hermanitos, volveré temprano.

Elsamaren • One-shots (songfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora