Extra • Perfect Illusion

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Hace algunos pocos días, una nueva "atracción" había llamado la atención de Arendelle y los reinos vecinos. Una bruja cuyo poder era tan grande que podía darte lo que se que le pidieras, siempre y cuando tuvieras lo suficiente para pagar sus servicios mágicos.

A algunos les pedía unas monedas de oro, a otros les pedía traer su mejor caballo, incluso llegó a pedir basura para cumplir los deseos de otros.

Se hizo tan popular que su nombre llegó al bosque encantado. Elsa se sentía ligeramente atraída por esos rumores, pero las brujas no le gustaban por los viejos cuentos que su padre le leía de pequeña, además ella no tenía ningún deseo que no pudiera cumplir por su propia cuenta.

- ¿No irás a ver a la bruja? Entró al bosque - le mencionó Honeymaren a Elsa.

- No está haciendo nada malo, tampoco los espíritus se sienten amenazados ¿por qué?

- Por que siempre estás al pendiente de quienes entran o sales, me parece raro tu falta de interés en una extraña que se infiltró al bosque encantado.

Elsa se rió en voz baja, no le faltaba interés en la bruja o más específicamente su magia.

- Pensé que estarías feliz de que esa bruja no se robara toda mi atención - le acaricio el rostro con gentileza -. ¿Quieres ir a visitar a la bruja conmigo? Para que veas por ti misma que todo está bajo control.

La morena agachó la cabeza y sostuvo la mano de Elsa que todavía la acariciaba.

- Sí, quiero ir. Pero quiero ir para que no te metas en problemas, Anna ya me dijo que te arriesgas demasiado.

La peliblanca resoplo, realmente solo era un mal chiste por parte de su novia, así que no le encontró sentido en ponerse a discutir por una pequeñez como esa.

- La choza de la bruja está cerca del lago, podemos ir caminando - explico Elsa tomando la mano de su compañera. Ambas avanzaron por los prados del bosque hasta llegar a la modesta choza en la frontera del bosque encantado y el reino vecino de Arendelle.

- Da un poco de miedo - murmuró Honeymaren.

- ¿Acaso tienes miedo? - cuestiono divertida -. No lo habría imaginado de alguien que me amenazó con una rama.

- Me intimida, pero no le tengo miedo como tal - la peliblanca la tomo de la mano y comenzó a acercarla hacia la choza -. Okey, quizá si me da un poquito de miedo.

A pocos metros de la entrada de la choza la figura de la bruja se materializó frente ambas.

- Tardaron más de lo que esperaba - les menciono sirviéndoles una taza de té.

- Nosotras no pensábamos quedarnos - dijo Honeymaren.

- Lo sé - abrió la puerta de su cabañita -. Lo que no sé es ¿por qué vinieron?

- Usted ha entrado y salido varias veces del bosque encantado y nos preguntábamos si necesitaba ayuda o si había algo que pudiéramos hacer por usted - trato de decir Elsa, pero la mirada persuasiva de la bruja comenzaba a descondertarla.

- Que lindo, pero no. Nadie viene a mi cabaña solo para ofrecer ayuda, usualmente esperan a que yo les ofrezca ayuda.

- Nosotras - Elsa fue silenciada inmediatamente por la bruja cuando levantó su mano y le presentó un contrato -. ¿Eh?

- Mira, sé lo difícil que tuvo que ser tu vida con esos poderes que te han traído tantos problemas... ¿No te gustaría una vida sin ellos? Solo necesitas traerme doce plumas de golondrina y te daré la vida que solo has imaginado. Lee atentamente el contrato, no me parece una mala oferta.

Elsamaren • One-shots (songfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora