Extra · Primera Vez | Parte 1/2

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La velada era encantadora. La luna brillaba de una forma especial, su tenue luz se reflejaba en el lago cristalino. Honeymaren le dio un sorbo a la botella de alcohol y se la entregó a Elsa para que también bebiera. La platinada aceptó el trago, aún abrazando a su pareja y sin darse cuenta la botella quedó vacía un rato después. Ambas miraban el lago contándose anécdotas de antes de conocerse, Honeymaren hablaba de todas las veces que se llegó a perder en el bosque, cuando los renos huyeron y tuvo que atravesar el río helado para regresarlos a la tribu, la vez que se fracturó el brazo durante una cacería, etc. Elsa no tenía tantas historias interesantes, lo mejor que podía contar eran las cosas graciosas que veía a través de su ventana o las muchas veces que tuvo que salvar el día con Anna, Kristoff, Olaf y Sven a su lado.

— ¿Nunca te ha pasado algo vergonzoso?

— Oh sí, cientos de veces. Es horrible porque cuando eres la reina debes imponer cierta imagen... Y todo tu esfuerzo se pierde cuando haces algo tonto sin darte cuenta.

— Cuéntame sobre alguna vez que hayas perdido tu decoro, majestad.

— Tiré por accidente todo mi plato de estofado y arruine un vestido que ni siquiera era mío. Tuve que pagar el vestido, la alfombra y disculparme con los cocineros por desperdiciar el plato que prepararon solo para mí.

— ¿Eso es todo? Yo me refería a algo como ponerte ebria y hacer el ridículo,

— ¿Ah sí? ¿Qué me cuentas tú?

— Tengo un secreto muy oscuro, si me dices algo realmente vergonzoso tal vez te lo confiese.

Elsa cerró los ojos y comenzó a pensar en sus momentos llenos de vergüenza y recordó una cosa que jamás podría volver a sepultar en su cabeza.

— Una vez Anna me encontró estando con una mujer.

Honeymaren se separó de Elsa para mirarla. Eso no era el tipo de confesión que esperaba, aún así se mostró intrigada por saber más pese a que su corazón retumbó con fuerza dentro de ella y se puso nerviosa.

—¿Puedes... Hablarme más de eso? —cuestionó Honeymaren.

— Fue después de mi coronación. No solía tener contacto con muchas personas, pero había una chica del servicio que me parecía muy guapa, teníamos casi la misma edad y ambas encontramos el momento para... Bueno, hacer lo que quisiéramos, lo malo es que se nos fue el tiempo y Anna interrumpió en el peor momento. Estaba tan molesta conmigo, la chica renunció y Anna no quiso hablarme casi por un mes. Luego se le olvidó y las cosas siguieron como si nada.

Honeymaren temblaba. Tal vez no había entendido bien, quizá el alcohol le estaba alterando los sentidos, pero creía que Elsa le había contado su primera vez y eso le asustaba. La morena tenía la idea de que cuando llegara el momento de dar el siguiente paso ambas serían inexpertas conociéndose la una a la otra, que vivirían su primera vez juntas, pero que Elsa ya tuviera experiencia le hacía sudar frío.

— Wow, no habría imaginado eso de ti —le dijo tratando de sonar relajada.

— ¿Cuál es tu secreto?

— Ah, pues... —en comparación con la confesión de Elsa, lo que Honeymaren tenía que decir era una tontería —. Una vez estaba muy cansada y confundí la comida de los renos con la cena de la tribu. Aún no le confieso a nadie que por mí culpa la cena del equinoccio de primavera se arruinó.

— Pff, eso suena asqueroso —mencionó Elsa y tomó otra pieza de fruta de la canasta que tenían en frente.

— Creo que estoy a salvo mientras nadie lo sepa —dijo la morena —. No le contarás a nadie ¿verdad?

Elsamaren • One-shots (songfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora