Extra · Sopa

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Anna estaba alegre. La cena anual con los Northuldra y Arendelle unidos en paz había sido un éxito por tercer año consecutivo. Anna podía dar brinquitos de felicidad con solo pensar que las asperezas entre ambas comunidades ya habían desaparecido por completo. Elsa también estaba feliz, ella aún creía que había un largo camino para alcanzar la paz total entre la tribu y el reino, pero cada paso que daban la hacía agradecer tener oportunidad de hacer realmente algo bueno para todos. Los barriles de cerveza se vaciaron en tan solo unas horas, el vino y el licor reemplazaron los tarros. El jugo de manzana comenzaba a escasear, pero por suerte los niños comenzaban a caer dormidos al lado de sus hermanos. La madrugada se hizo fría, pero nadie se movía de su asiento esperando la siguiente ronda de bebidas y comidas. Elsa ayudo a servir algunas copas antes de sentarse a comer también. Honeymaren le hizo compañía. Ambas había desarrollado una tierna amistad en los últimos años, sin embargo dentro de Honeymaren esos sentimientos se habían convertido en algo más fuerte. Había juegos y coqueteos constantes por parte de ambas, pero no llegaban a nada por verlo como una broma. Elsa miró con el rabillo del ojo a su amiga. Sintió en la punta de la lengua un ardor deseoso por decir lo que había contenido por semanas.

—Honeymaren tú... —las palabras se atoraron en su garganta, así que velozmente buscó otra forma de decirlo sin sentirse avergonzada —. Tu vestido es muy lindo, te queda bien.

Lo que quiso decir era "te ves muy bien en ese vestido". Honeymaren quería agradecerle y decirle algo lindo de vuelta, pero al igual que a Elsa, las palabras no pudieron salir de su boca y también se sonrojo.

—Ese collar que llevas te hace ver muy linda, combina con tus ojos —dijo, pero lo que quería decir era "Tus ojos se ven hermosos".

De cierta manera ambas entendieron lo que querían decir en realidad, pero no siguieron hablando. Anna, que estaba a un par de mesas apartada, no pudo evitar observarlas. Cuando Elsa y ella conocieron a Honeymaren creyó que era alguien agradable y valiente, pero cuanto más tiempo pasaba en su compañía dejó de parecerle tan linda, sobre todo porque Honeymaren le robaba casi toda la atención de Elsa. Los celos eran malos, Anna lo sabía, pero no podía evitar sentirse así. Anna veía a su hermana una o dos veces al mes y le frustraba que ahora no era la mejor amiga de Elsa. Kristoff notó como Anna había girado los ojos. Se acercó a ella y la regañó.

—¿Sigues con eso? Elsa no te está reemplazando —el rubio la hizo girar para que dejara de mirar en dirección a la pareja. Anna le había comentado sus sentimientos hace meses y aunque él intentó ayudarla, se rindió ante la terquedad de su novia.

—Ya sé, es mi hermana y jamás me podrá reemplazar porque soy su familia ¡pero si puede desplazarme como su mejor amiga!

—¿No peleabas para que Elsa conociera a más personas? Conseguiste lo que querías.

Anna rugió y se sentó a comer. Podía admitir que Honeymaren era una buena persona, sin embargo sus celos eran más fuertes de lo que podía creer. Por muchos años, Elsa fue la única compañía en su vida ¡Y ni siquiera podía verla sin una puerta entre ambas! Cuando creyó que al fin podían ser una familia normal, un destino mágico las obligó a tomar diferentes caminos. Kristoff le dio unas palmaditas en la espalda y pudieron continuar la noche.

(···)

Cuando los efectos del alcohol, la comida, el frío y la noche hicieron su trabajo, todas las personas se dirigieron a sus casas para dormir. Elsa y Honeymaren no fueron la excepción, después de despedirse de Anna, ambas subieron al trineo y regresaron a Northuldra. Honeymaren decidió conducir, ella amaba guiar a los renos, además de que así conseguía la excusa perfecta para pasar más tiempo con Elsa. La platinada comenzaba a cabecear por el sueño, más de una vez su cabeza encontró descanso en el hombro de Honeymaren. Una sensación cálida se acoplo en su corazón, pero no intervino de ninguna manera para apartarla o hacerle saber que sus acciones eran permitidas. Cuando llegaron a la tribu, Honeymaren tomó el valor suficiente para ofrecer su hogar a Elsa.

Elsamaren • One-shots (songfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora