Yoru estaba parado sobre una duna de arena viendo como los Minotauros y las sirenas rodeaban a su hermana.
Yoru: ja. Bueno, ahora con ella fuera de juego... -volteó a ver a la derecha, donde vió a un Minotauro algo perdido, sin un brazo y sin un ojo, también estaba cojeando un poco - es hora de terminar de comer~ -dijo para reír a carcajadas.
Él se paró en frente a ese Minotauro, levantó su mano, en ese momento unas runas negras aparecieron bajo los pies de aquella bestia impidiendo que se moviera de su lugar.
Yoru: a ti que fuiste cruelmente castigado, a ti que sufriste el castigo de los Dioses, a ti que ahora duele verte así, a ti te concedo una segunda oportunidad, aqui y ahora, a ti te digo, ¡Alegrate! Y beneficiate de mi ¡piedad divina!
Al instante, las ruinas negras se iluminaron de un brillo oscuro, y unas manos de oscuridad agarraron a ese monstruo de los cuernos, separando poco a poco, con un poco de esfuerzo. La piel del Minotauro se desgarró, los músculos se rompieron, los tendones se desgarraron, en incluso los huesos se pulverizaron.
El Minotauro daba alaridos de dolor al sentir ese terrible dolor, sus gritos se escuchaban por todo el Reino, incluso hasta la mitad que no se vió afectada por el ataque de Yoru. Hasta que lentamente, la voz de la bestia fue tomando el tono de una voz más bien humana. Cuando esas manos de oscuridad terminaron de separar por la mitad a aquel ser, se pudo notar claramente como Caín caía al suelo, lleno de un líquido extraño, parecido al líquido amniótico de las embarazadas.
Yoru, al verlo, no perdió más el tiempo e hizo que de su espalda baja salieran tres brazos de oscuridad que agarraron a Caín de ambas piernas y del único brazo que le quedaba. Caín fue abriendo lentamente los ojos, la imagen borrosa que tenía frente a él poco a poco se fue esclareciendo, hasta que noto como Yoru estaba parado en frente de él.
Caín: ¡ah! Tú... ¿Qué?... ¿Donde...?
Yoru (voz burlona): "¡ah! Tú, ¿qué, dónde?" (voz normal) ¡Mirate! ¡Das pena, miserable idiota! Si mi comida va a mirarme con esos ojos... O bueno, ese ojo, se me van las ganas de comer. Solo me das náuseas. Pero, igualmente voy a devorarte, y voy a hacer que no mueras de dolor para que sientas lentamente como mis dientes desgarran tu carne, y veas con tú propio ojo como le doy tus huesos a un perro sarnoso de la calle, ahora, ¡Grita! ¡GRITA PARA MI, QUIERO OIR COMO TÚ ASQUEROSA VOZ CLAMA POR PIEDAD!
Caín lo miraba ya sabiendo que no le quedaba esperanza alguno, hasta que de la nada, una roca enorme golpea a Yoru en la cabeza. Sin embargo, a pesar del tamaño de la roca, Yoru no se movió un centímetro, y la roca solo se desquebrajo. Ambos, Yoru y Caín voltearon a ver de quien se trataba.
Al voltear, pudieron ver a un grupo de caballeros que estaban parados allí, con espadas, lanzas y escudos, listos para pelear. Se podía notar que tres de ellos llevaban un detalle distinto en el hombro izquierdo, por lo cual eran los capitanes de aquella pequeña division de exploración. Cuando la mitad del Reino fue convertida en un árido desierto, no sólo aparecieron Minotauros y sirenas en el antiguo pueblo de yoru, si no, que en todo el desierto. En la frontera entre lo que quedaba del Reino y el desierto, se vieron montones de estas criaturas. Los Minotauros invadieron el Reino matando y comiendo personas y las sirenas atraían a los hombres y los jóvenes vírgenes solo para devorarlos también.
El Rey al ver esto, mandó a sus caballeros a contrarrestar a estas bestias. Los caballeros llegarin y mataron a los monstruos, acabando así por un breve momento con la amenaza, pero el Rey no estába satisfecho. Envió varios grupos a adentrarse al desierto a encontrar la causa de ésto, y ahí fue cuando está division encontró a Yoru.
--: ¡Oye tú, baja a ese chico ahora mismo!
??? : ¡Miren, está usando la oscuridad, es un demonio!
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La ultima sombra de estos tiempos
FantasyEn un mundo donde abundan la magia elemental; como el viento y las plantas para uso diario, la tierra para usos agrícolas, el fuego para los Caballeros, el rayo para la élite, el agua para los nobles, y la Sombra y la Luz para muy pocos; un chico qu...