AGERRENSE QUE VENGO INSPIRADO!!! Como diría el audio del típico tiktok de argentina: ¡¡¡ME SIENTO RE ZARPADO LOGI!!! ¡¡¡PARATE DE MANO, DALE!!!
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A Strahl le tomó un momento recuperarse del golpe. Pero ¿qué fué exactamente lo que lo golpeó? No había nada ahí frente a él, y por más que ante él se encontrara el muro más duro y resistente de la historia, el sería perfectamente capaz de atravesarlo como nosotros una pared hecha en su totalidad de papel.
Bruyant: ¿Hmmm? ¿Qué sucede niño? ¿Crees que porque soy ciego no puedo verte? -dijo con un tono de voz semi-agudo y retorcido- ¡Necio! No sólo con los ojos puede ver el hombre, si no que con sus oídos es perfectamente capaz de ser consciente de su alrededor. Y para alguien que ha pasado toda su vida sin poder ver, esa es una verdad innegable.
El terrible diácono se inclinó directamente frente a él; cara a cara, como si pudiera verlo perfectamente, y eso es lo que más inquietaba al niño. Fué entonces cuando Strahl lo recordó: siempre pudo escuchar el leve murmullo de éste hombre, había escuchado sobre su extraña magia de manipulación sobre el sonido.
¿Es que acaso el sonido pudo detenerlo? Aquello se sintió como un golpe de aire, solo que mucho más duro, así que no era del todo imposible...
Vari: levántate, chico -dijo de pie detrás de él.
Bruyant: ¿hmmm? Ahí está, esa extraña voz que me ha estado molestando -dijo levantando la vista hacia el lugar donde se encontraba Vari.
Strahl se estremeció. ¡Bruyant no debería ser capaz de escuchar a su Titán! Con los ojos desorbitados observó como el diácono hacia su mano hacia atrás, y una enorme cortiente de aire y un fuerte sonido similar al lamento de mil almas en pena se concentró en su palma. Bruyant lanzó una golpe hacia Vari con la palma de la mano apuntando a su pecho, y una luz celeste verdosa salió disparada de la misma.
Ahora, como Stahl aún no había hecho el Ligamentum Animae, Vari era solamente un espíritu. Pero de haber Estado en su forma física, habría recibido un daño severo. Eso es fácil deducirlo, ya que los árboles detrás del Titán fueron atravesados por una onda de energía muy potente dejándoles un agujero con la perfecta forma de la mano de Bruyant.
Bruyant: ¿hmmm?~ ¿Fallé? Imposible, nunca fallo... Pero aún así puedo escuchar la respiración tan extraña de tu acompañante. Es igual a la del acompañante de tu hermana -murmuró, asustando cada vez más al pobre Strahl-. Eso solo hace que quiera matarlo aún más -dijo abriendo sus vacíos ojos y esbozando una inquietante sonrisa.
Un fuerte escalofrío escaló la espalda del niño, su piel se estremeció y hasta los pequeños cabellos que recién le salían en los brazos se erizaron: Strahl estaba aterrado. A la velocidad del sonido salió de debajo del diácono, y se escondió detrás de Vari.
Strahl: ¡E-es imposible! ¡N-no deberías ser capaz de escuchar a Vari! -dijo temblando de miedo.
Bruyant: ¿hmmm?~ ¿Vari~?... -dijo sonriendo, tal parece que tiene la extraña costumbre de iniciar todas sus frases con un "hmmm"-. ¿Vari...? -repitió serio- Vari, el famoso Titán del Rayo, también llamado el padre del trueno... ¡Un Titán! -dijo de pronto inclinándose hacia atrás con las manos extendidas hacia los lados- ¡UN TITÁN EN PERSONA! ¡YA VEO, POR ESO SE ME HACIA RARO EL SONIDO DE SU ÁNIMA! ¡ÉSTO NO TIENE PRECEDENTES, UN NIÑO PORTADOR DE UN TITÁN DE INMENSURABLE PODER MÁGICO!
Vari: se le safó un tornillo -dijo desenvainando la espada-. Niño, no puedo hacer mucho siendo un espíritu, corre.
Strahl no movía un dedo, observando absorto al tétrico y casi teatral diácono.
Bruyant: ¡Ah~! ¡Ésto solo significa que nuestra teoría es correcta! ¡Espera a que mi señor Necromancién se enteré de ésto!
Vari: Strahl, hablo en serio, corre. No me gusta el rumbo de ésta conversación -dijo ya nervioso.
El pobre niño seguía con mucho miedo para poder hacer algo. Tanto había hablado, tanto había presumido de que él protegería a su hermana, y ahora le tiemblan las piernas ante el primer enemigo que se cruza
Bruyant: Si un Titán puede hacer un contrato con un mocoso en un pueblo dejado de la mano de los dioses, ¡tambien puede hacerlo con un brujo de su porte! ¡Estoy seguro! ¡MI SEÑOR SERÁ AQUEL QUE DESPIERTE AL TITÁN OSCURO, Y SERÁ SU PORTADOR! -dijo estallado en una fuerte carcajada demencial.
El Titán del Rayo palideció al escuchar ese nombre. Su más odiado hermano, aquel que lo había asesinado con sus propias manos junto al adefesio sin nombre, ¡No podía permitir que lo revivieran! Sin embargo, había algo que se interponía. Desde hace mucho tiempo, había jugado por su honor que cuidaría del niño a sus espaldas ante cualquier precio. Desde aquel día...
Vari: ¡Niño, corre, ahora! ¡No son rivales a los que podamos ganarles, huye! ¡Toma a tu hermana y huye lejos! ¡Mi hermano y yo no podemos dejarlos, los acompañaremos a donde sea que vayan, solo háganlo! -gritó volteando a verlo
Aquello sacó de su trance a Strahl, y su cuerpo finalmente respondió. No quedaba opción, tenía que huir. Es solo un niño, ¿qué otra cosa se supone que haga?
Volteó y comenzó a correr cada vez más y más rápido en dirección a su hermana, con el Titán del Rayo pisándole los talones. Lo sentía mucho por Yoru y sus amigos, pero no podía hacer nada por ellos. Siempre había sido un cobarde... Desde niño, lo único que hacia era presumir sobre su grandeza; pero la verdad es que siempre fué un cobarde, un patético y miserable cobarde.
Con lágrimas empañandole la vista, Strahl corría entre árboles y zombies otra vez. Por mucho que quería, no era capaz de luchar. Por más que le haya prometido aquello a aquella persona ese día, no podría cumplirlo.
De pronto, notó que comenzó a subir. El suelo bajo sus pies se oscurecía cada vez más, y cada vez que daba un paso se alcanzaba a oír un melodioso lamento, como el llanto de una sirena. Parecía subir una escalera invisible cada vez más empinada.
Vari: ¡Strahl, espera! ¡Mira arriba! -dijo detrás de él.
Al parecer, de una manera u otra, el enemigo se las había ingrniado para hacerlos correr en círculos y volver con él. Ante ellos, flotando a varios pies de altura y unos metros más adelante de ellos, se encontraba Bruyant uniendo sus manos como si estuviera entonando una plegaria.
Bruyant: "Tengu: Tarōbō de Atago" -dijo nombrando su técnica maldita-. Ustedes no van a ningún lado.
Frente a ellos, el enemigo. Bajo ellos, el vacío, pues se hallaban pisando una especie de escalón invisible. A ambos lados y detrás de ellos se escuchaban sonidos de criaturas extrañas que no son de éste mundo. Strahl y Vari estaban completamente rodeados.
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La ultima sombra de estos tiempos
FantasyEn un mundo donde abundan la magia elemental; como el viento y las plantas para uso diario, la tierra para usos agrícolas, el fuego para los Caballeros, el rayo para la élite, el agua para los nobles, y la Sombra y la Luz para muy pocos; un chico qu...