Ya todos se imaginan el título, ¿no? Así es, han regresado...
¡Las pequeñas (y traumáticas aventuras del pobre Caín! (Bonus número ya no me acuerdo)
La última vez que supimos de éste pobre Diablo, habia sido arrastrado a las profundidades del mar de sangre espesa por unos tentáculos verdes y viscosos. Ahora se encuentra en lo que parece ser un pueblo abandonado, de rodillas ante una estatua de Yoru, llorando muy cansado. Ya había perdido la cuenta de todas las veces que había muerto. Porque sí, murió muchas veces pero algo lo hacía volver. Por ejemplo, la primera vez que le pasó fué justo en aquel lugar donde lo dejamos.
Llendo cada vez más y más profundo siendo llevas por ese inmenso calamar extraño, a Caín le parecía que aquel océano rojizo no tenía Fondo. Le aferraba tanto la situacion que inclusive se habia olvidado momentáneamente del tosco cuchillo que tenía en la mano. Luchaba con todas sus fuerzas para poder salir a flote, pues el aire se le acababa y no sé ustedes pero él no aprendió a respirar bajo el agua todavía. Pero era inútil puesto que mientras más luchaba, más fuerte lo apretujaba el pulpo con sus tentáculos y parecia absorber la fuerza de su presa a través de sus ventosas.
Cuando recordó la única arma que le dejó Yoru en aquel mundo extraño al que lo había mandado, pensó que esa era su única salida. Así que, poniendo todas sus fuerzas y su empeño en ello, logró sacar su único brazo del terrible agarre de la bestia y comenzó a apuñalarlo una y otra y otra vez sin detenerse.
El calamar lo soltó ante el dolor que le provocó y lo hizo justo a tiempo, pues la presión de acercarse al Fondo del mar ya estaba aplastando a Caín. La sangre de la bestia era un color morado azulado extraño, aunque eso no se distinguia muy bien porque ambos estaban cerca del fondo del rojizo mar y todo se volvía negro en esa parte. El octopodo al fin de dejó ver mostrando su cabeza ovalada gigantesca del tamaño de un complejo de departamentos que solo poseía un solo ojo que ocupaba más de la mitad de su rostro. Como adivinaran, su ojo era igual a los de Yoru.
Lleno de furia, el calamar agarró a Caín con dos de sus enormes tentáculos y lo apretó fuertemente posicionandolo bajo su pico, el cual abrió y dejó escapar un sonido similar a una especie de grito a niveles sónicos y sarandeó a Caín de un lado a otro golpeándolo varias veces con cuantas rocas o riscos encontraba en su camino. Pero eso no sirvió de nada, puesto que el solo grito del pulpo bastó para destruir los tímpanos de Caín y hacer explotar su cerebro. Caín había muerto.
Pero, sin saber cómo si porqué, volvió a la vida. Abrió los ojos solo para encontrarse en los tentáculos del calamar aún, pero estaba conciente de que había muerto pues en sus últimos momentos sintió a la vida abandonarlo. El que haya vuelto a la vida le pareció algo muy extraño, no entendía lo que le pasaba.
De pronto el calamar lo soltó en medio del océano, y antes de que pudiera hacer algo o siquiera pensar en escapar, Caín vió con horror como el calamar se prendía a una presa completamente distinta y superior a él en todos los sentidos. Se trataba de una larga serpiente Marina que superaba los 224 metros de largo, con tres pequeños ojos de cada lado de la cabeza haciendo un total de seis ojillos rojos llenos de odio y furia. Cuatro cuernos, dos hacia arriba y dos hacia abajo, y púas enormes y pequeñas de la cabeza a la cola por su cuerpo de color blanco y rojo.
El calamar enredó sus tentáculos entre esa bestia y lo apretó fuertemente ante la aterrada vista de Caín quien intentó escapar de ese horrible escenario, solo para encontrarse cara a cara con un cocodrilo con aletas en lugar de patas y cuya cabeza sola media dos metros de largo que se lo tragó y usó como monda dientes acabando con su vida nuevamente.
"¿Que Diablos pasa?" se preguntó al abrir los ojos otra vez pero sin poder ver nada "sigo muriendo y volviendo a la vida... ¿Por qué?" Sin acabar de entender la situación, intento moverse solo para descubrir que sus manos estaban atadas a su espalda. Él seguía bajo la sangre que conformaba ese océano, por lo que no podía respirar.
De prontos una luz rojiza se encendió a su izquierda y otra morada a su derecha. Lo primero que vió fue que las luces provenian de dos esferas del tamaño de la cabeza de un niño de cuatro años ubicadas a sus costados. Lo segundo fué que estaba atado por una cadena a una enorme roca que hacia contrapeso para impedirle flotar a la superficie. A su alrededor habían ruinas de lo que otrora habrá sido una ciudad próspera. Desde esas ruinas, varios pares de ojos curiosos lo vigilaban de cerca.
Al acercarse los dueños de los ojos a la luz, Caín aterrado vió que eran seres humanoides, similares a personas con cuerpos cubiertos de escamas. Tenían membranas entre los dedos, y de la cintura para abajo eran mitad pescados. Una aleta adornaba sus cabezas y tenían otra aleta dorsal en la espalda. Sus dientes eran afilados y amarillentos.
Cuando esos seres se acercaron más, lo tocaron con las manos y lo miraron de cerca, como examinándolo. Finalmente uno le mordió el brazo arrancandole un pedazo, y tras un ruido de aprobación emitido desde su garganta, todos se abalanzaron como pirañas a comerse a Caín vivo, matándolo una tercera vez.
Ese fué solo el comienzo.
Nombre: Hanabi (en el libro que escribo en papel, su nombre fué reemplazado por "Hetera"... Buscalo en Google y fijate que es xD)
Raza: un arma viviente de Yoru. Lo que está a su lado, toscamente dibujado, es su forma de espada
Estatura: 1, 70 mts
Edad: casi 1 mes desde que fué creada
Peso: ¡secreto de doncella!
Cumpleaños: fue creada un 27 de noviembre
Gustos: vive para servir y complacer a su Amo, está completamente a merced de sus caprichos y parece disfrutarlo mucho (necesito una de esas xD).
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La ultima sombra de estos tiempos
FantasyEn un mundo donde abundan la magia elemental; como el viento y las plantas para uso diario, la tierra para usos agrícolas, el fuego para los Caballeros, el rayo para la élite, el agua para los nobles, y la Sombra y la Luz para muy pocos; un chico qu...