Criatura-Búho
Todo el lugar se llenó de sombras. Las 3 peleas se vieron interrumpidas momentaneamente, ni siquiera Eurínome en la enorme Ofión podian ver algo, pues la oscurdad cubrió todos los campos de batalla y una zona de altura importante también. No solo eso, si no que se estaba extendiendo más y más.
Las sombras de debajo de los árboles, la oscuridad natural de la noche, todo parecía ser atraido hacia un punto en el centro de esa niebla; y ese punto era Yoru. Una vez la oscuridad ingresaba en esa niebla negra, ésta iba creciendo poco a poco, hasta que llegó a abarcar todo el bosque.
Por más que Yamata y Lerna rugian y rugian, por más que lanzaban constantemente bolas de fuego, no podían ver nada. La bola de fuego iluminaba muy poco por breves segundos antes de chocar contra el suelo o alguna montaña o salir al aire, o simpletemente ser consumida por la niebla.
La única persona que podía ver algo en ese lugar, era Jane. Al ser ella un "demonio" sus ojos están acostumbrados a la oscuridad, por lo cual podía ver todo tan claro como si fueran las 3 de la tarde. Jane buscaba con la vista a Yoru, pero no lo encontraba. Luego de un rato decidió que mejir aprobechaba la distracción para completar su plan contra Lerna (quien por cierto ahora tenía un total de 596 cabezas).
Isis se aferraba al búho gigante que había creado hacía unos momentos, sin entender nada. Ashley creaba bolas de fuego en sus manos pars ver algo, pero en cada esfera que creaba entraba un poc de niebla negra que eventualmente terminaba consumiendo ese fuego, volviendo uno frío y morado antes de ser absorvido por algo a la distancia.
En el centro de la niebla se enci traba una masa de oscuridad moviendose y retorciendose, absorviendo sombras y oscuridad, creciendo y creciendo en tamaño.
Crack... Crack...
Se escuchaba constantemente de esa masa de oscuridad como sus huesos se quebraban, reacomodaban o recreaban. Sus hombros se reacomodaron, sus huesos se ahuecaron un poco, y medía 5 metros en total.
Crack... Crack...
Una y otra y otra vez. De pronto, un brillo púrpura aparecio. Eran dos luces de ese peculiar color que miraban directamente a Eurínome, pero llamaron la atención de todos los precentes.
Crack....
Crack...
Los últimos crujidos se hicieron precentes, y el brillo de aquellas luces se hizo más intenso. El lugar entero se quedó en silencio, no se escuchaba nada... Hasta que una voz muy familiar habló:
Tik...tak...tik...tak...
Yamata lanzó una de sus ardientes bolas de fuego hacia esas luces, pues de ahí provenía la voz. Y lo que iluminó dejó a todo el mundo con la sangre helada: Yoru se habia convertido en un ser de oscuridad completamente nuevo, con patas ligeramente largas con garras afiladas, un cuerpo musculoso lleno de plumas negras, grices y en pecho blancas; brazos alargados que llegaban hasta las rodillas, de esos brazos salian largas plumas afiladas que formaban alas enormes, y en donde alguna vez estuvieron las manos ahora solo quedaban unas 3 garras afiladas y negras; una cola de plumas para poder tener dirección al volar, una cara pálida de plumaje blanco con un pico pequeño y afilado, y dos enormes huecos negros por ojos; huecos que eran los que emitían la luz morada oscura y tambien les salia un constante vapor púrpura.
Un fuerte chillido propio de la raza de los búhos fué lo que dijo esa criatura al ser iluminada por la bola de fuego. El fuego no duró mucho, pronto chocó contra el suelo y se esparcio en el aire y fue consumido por la niebla; pero di alcanzó a iluminar como la criatura saltaba hacia Yamata.
Sería dificil describir lo que pasó después, ya que nadie lo vio. El lugar volvió a ser cubierto por esa niebla, pero era rara. Era tan espesa y constante que nisiquiera los ojos de Jane podían seguir lo que pasaba. Se veía el brillo de esos horribles ojos moviendose de aquí a allá rápidamente.
De un momento a otro Yamata dió un horrible chillido de dolor y comenzó a lanzar constantemente bolas de fuego en cualquier dirección que iluminaban un poco antes de desaparecer; lo cual dejaba ver cosas como al monstruo rajandole una de sus gargantas con las garras de sus patas, o arrancandole pedazos enormes de piel del lomo con su poderoso pico, o como le arrancaba algun ojo con sus patas, o como le arrancaba una de sus lenguas con el pico, y cosas así. Finalmente el reptil gigante dió un largo y doloroso rugido, dejando el lugar en silencio nuevamente.
La niebla comenzó a disiparse hasta desaparecer siendo absorvida por algo en la cima de un árbol, lo cual permitió a todos ver una horrible escena: el río cercano se había teñido completamente de sangre, y en el valle en el cual se encontraba el monstruo solo quedaban restos como huesos con la mitad de la carne, tripas y viceras por doquier, ojos y mucha mucha sangres salpicada por todo el lugar.
Eurínome: ¡Yamata! -gritó horrorizada
Jane: ¡Yoru, ¿donze estás?! -llamó la pelirroja
Isis: a...ahí...-dijo casi susurrando, y señalando a la cima de un árbol temblando del miedo.
Toda la oscuridad y la niebla eran dirigidas a la cima de aquel árbol, pues ahí agazapado se encontraba Yoru en forma Búho, despedazando el último pedazo de carne que tenia una de las colas de Yamata, con los restos del reptil muerto a los pies del árbol
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La ultima sombra de estos tiempos
FantasyEn un mundo donde abundan la magia elemental; como el viento y las plantas para uso diario, la tierra para usos agrícolas, el fuego para los Caballeros, el rayo para la élite, el agua para los nobles, y la Sombra y la Luz para muy pocos; un chico qu...