El animal se catapultó fuera de la cámara hacia un cielo dorado por el sol. Achicaron los ojos ante un viento enfurecido que alborotaba sus cabellos. Un leve vistazo hacia abajo... y Eva comprobó que les esperaba un vacío de más de cien metros hasta el suelo. Habían saltado desde la cima de un altísimo y solitario torreón.
El corazón se le encogió, la adrenalina inundó sus venas y pensó que el estómago se le saldría por la boca. Caían desde tanta altura que ni siquiera Carnoc aterrizaría de una pieza.
-¡ENIS! –le gritó aunque dudaba que le oyera por la fricción del aire en los oídos.
A pesar de la altura, el joven jinete parecía confiar en el instinto de su carnyc. A pocos metros de su trayectoria de caída, el extremo de un larguísimo tejado caía en paralelo y en pronunciada pendiente. El animal dio vueltas y vueltas sobre sí mismo hasta alcanzar con las patas delanteras el canalón al que se agarró con las seis extremidades. Fueron frenando paulatinamente según la curva del tejado se hacía menos pronunciada y los llevaba hasta la esquina de un saliente. Parecía que no lograrían parar a tiempo hasta que Enis transmitió con los pies una orden a Carnoc y este clavó sus astas en el canalón, deteniéndose ya del todo.
Quedaron los tres al borde de otra gran altura, aunque ya menos imponente. Ninguno, por supuesto, reconocía aquella parte de la ciudad.
El torreón de lo alto pertenecía a un conjunto de palacios unidos por una estructura de andamios, escaleras y elevadores. Sin duda se hallaba en obras de construcción y muchas salas habrían quedado vacías, dejando mil lugares perfectos para establecer un lugar secreto, a escondidas de los magos y de la guardia.
-Buen chico... ¡Uuuh! Buen chico... -le dio unas palmadas a Carnoc en el lomo acompañadas de suaves toques del silbato. Luego se volvió hacia Eva con gesto reacio –Para que lo sepas, no te estoy ayudando. Carnoc y yo hemos rastreado tu olor solo para buscar a Nermis, ¿lo entiendes?
Obviamente Eva no podía entenderle sin el dialán traductor. Todo cuanto pudo sacar en claro fue el nombre del mago taikini, lo cual la puso sobre la pista de lo que había querido decir Enis.
-No sé dónde lo tendrán, pero seguro que no le han matado... -Enis volvió a girarse hacia ella al escuchar lo que, sin duda, le habría sonado a una jerga incomprensible -¡Nermis...! ¡No-está-muerto! –dijo Eva negando con el dedo para luego hacer el gesto de cortarse el cuello, a lo que el ninyeti abrió los ojos, horrorizado, de forma que la chica desistió de seguir.
Respecto a Nermis, Eva estaba tranquila. Sabía que una vez se hubieran servido del mago se desharían de él sin quitarle la vida, ya que derramar sangre en un recinto tan sagrado como el Templo habría hecho saltar infinidad de alertas mágicas. Por otro lado, Nermis había caído en manos de Saya, no de aquellos despiadados espectros. Aunque fuera una hechicera del Reino Central, era razonable pensar que no viera necesario matarlo si podía modificarle la memoria o mantenerlo recluido en cristal. Hasta ese punto había alcanzado averiguar la personalidad de la hechicera cuando entró en su mente.
-¡Oryah! –exclamó Enis girándose ante un resoplido de Carnoc.
Señaló en la dirección de la que habían caído y, para su horror, las dos fantasmales figuras también se dejaron caer hacia ellos con los abrigos abiertos y extendidos como alas plateadas. Planearon en círculos hasta ir a posarse en lo más alto del techado.
-¡Corre! –dijo agarrando a Enis de la cintura.
El chico ninyeti no necesitó comprenderlo. Agitó con las riendas a Carnoc y con el silbato logró que empezara a correr cada vez más rápido, lejos de los espectros. Sus patas se movían bien. Las tejas sobre las que caminaba se hundían bajo sus seis pies o saltaban numerosos pedazos por los aires. Desde otros edificios y palacetes vecinos les contemplaban decenas de testigos curiosos. Luego, al reparar en los dos Sky-Hell que los perseguían, todos corrían también a esconderse o cerrar las ventanas.
ESTÁS LEYENDO
El Laberinto 1 - Advenimiento
FantasyEva, junto con sus amigos y compañeros de clase, emprenderá el mayor viaje de su vida para rescatar a su hermana en un mundo de cuento de hadas donde enfrentará increíbles peligros, innumerables fatigas... y un destino anunciado mucho tiempo atrás. ...