—¡Karol!
La puerta se abre de golpe, maldigo sentándome en la cama de inmediato.
Mierda, mierda, mierda.
—Mamá, ¿Te volviste loca? —me froto los ojos.— ¿Qué pasa?
—¡¿Eres virgen?!
Y ya he terminado de despertar...
Meera entra corriendo detrás de ella, y por su aspecto, puedo deducir a qué se refiere mi mamá.
Su cabello despeinado, sus labios hinchados y el moretón en su cuello... Uy, a alguien se le alocaron las hormonas.
A un día de terminar el año, muchas cosas han pasado. Pero definitivamente, ver a mamá y Meera discutiendo, superó mis expectativas.
—Mamá, no me avergüences así. —pide mi hermana mayor.
—Dame tu teléfono. —exige mamá.— Meera, entra y cierra la puerta.
Bostezo tomando mi teléfono. Y mientras ellas discuten por la ridiculez que mamá está haciendo, yo archivo el chat de Ruggero por mi seguridad.
No quiero morir siendo ahorcada por mamá cuando vea los mensajes entre él y yo. Va a pensar cosas que no son.
—¿Para qué quieres mi teléfono? —pregunto sonando casual. Me mira.
—Para saber si no haces lo mismo que tu hermana.
Meera cubre su rostro avergonzada, oculto mis ganas de reír mientras mamá se sienta y revisa mi teléfono de principio a fin.
Que miedo me da cuando se enoja de verdad. Siento que es capaz de todo.
Y ahora tengo que descubrir qué fue lo que causó que mi hermanita adorada haya terminado así.
Después de diez minutos, mamá me muestra mi teléfono con las fotos del otro día. Trago saliva mientras ella exige saber;
—¿En dónde es esto?
—La casa de mi amiga Daniela. —miento descaradamente.— Ya que me retrasaron el examen, pasé esa noche con ella y después me vine.
Asiente creyéndome todo, evito suspirar aliviada mientras ella me entrega el teléfono y dice;
—¿Tú te masturbas, Karol?
Pero...
—¡Mamá! —chilla Meera. Me río sin poderlo evitar.
—¿Por qué la pregunta? —me llevo el cabello detrás de la oreja.
—Porque he encontrado a tu hermana haciéndolo.
Uf...
De las cosas que una de entera.
Que horrible de su parte.
—Karol. —insiste y me río.
—Pues no, me da miedo. —explico.— Con estas uñas, seguramente cariñitos no me voy a hacer.
Mamá me reprende, de inmediato me disculpo.
—¿Eres virgen?
—Virgen la mamá de Jesús. —miro mis uñas.— Y pues no, la verdad no. Pero fue hace mucho tiempo, cinco años. Así que yo digo que ya soy pura de nuevo.
—Es que yo no sé qué hice para merecer esto.
Cubre su rostro con sus manos, evito reír mientras escucho cómo mamá se pone a llorar molesta con la situación.
Ay, es que tiene la mente tan cerrada que todo le molesta....
Meera camina hacia la ventana luciendo cabreada porque mamá expuso su secreto, me río por lo bajo. Si a mí me hubiese pasado, me estuviera riendo como una estúpida.
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TÚ, YO Y LA HISTORIA QUE NUNCA SE CONTÓ.
FanfictionNo llores por lo que se ha ido, ama lo que aún tienes.