22.

441 79 22
                                    

Voy a llorar. Me duele la cabeza y el tener que hacer tarea, no me gusta nada.

Me encargaron fotos futuristas, y no tengo ni ganas de editarlas, pese a que me tardé una semana entera en conseguir escenarios, modelo y tiempo. Me quiero matar.

Muerdo mi manzana, la puerta es tocada y me acerco a abrir confundida. Daniela se va a ir a casa de Ágata para pasar la noche con ella y sus amigos. Y por supuesto Daniel también va a estar ahí.

Es el novio oficial de Thalía después de todo.

Y no tengo a nadie más que pueda visitarme.

Nadie a excepción de...

—Ruggero. —saludo mirando hacia el reloj de la pared.— ¿Qué haces aquí a esta hora? Creí que estarías con tus amigos, ¿No fueron a cenar todos en casa de Ágata?

—Fui, pero ví que no fuiste y vine a verte. —explica.— ¿Puedo pasar?

—Si, claro. —me hago a un lado dejando que pase.— Es tarde, debiste irte directamente a tu casa.

—No, seguramente no comes todavía. Y deberías irte a la cama temprano.

—No puedo, mañana tengo que presentar una tarea y aún ni empiezo. —me río.— Tengo que editar las fotos que tomé ayer.

—¿Tomaste fotos?

—No, escribí una novela. —musito irónica mientras le veo poner la comida sobre la mesa.— Que rico luce.

—Ven, tienes que comer.

Me toma de los hombros y me conduce hacia la silla ayudándome a sentarme.

Pone el plato de comida frente a mí, relamo mis labios mientras le veo sentarse frente a mí. Sonrío.

—¿Hasta cuándo vas a hacer esto?

—¿El qué? —se hace el desentendido.— No entiendo.

—Ruggero, vienes a verme a diario siempre con una excusa distinta. —levanto mis cejas. Se ríe.— ¿Hasta cuándo lo vas a hacer?

—¿Hasta que aceptes salir conmigo?

—Te vas a quedar esperando. —me lamento.— Vas a envejecer y morir soltero, que horrible.

—Vamos, sabes que merezco que aceptes salir conmigo aunque sea una vez.

—Que fe. —me burlo arrugando la nariz.— Lamento informarte que aunque lo merezcas, no voy a salir contigo.

—¿Por qué no? —repite rendido. Sonrío.

—Porque llevo un mes diciéndote que no quiero salir con nadie. Estoy bien sola, me va mucho mejor y estoy feliz así, sin ti y sin nadie.

—Si sabes que aún así no me voy a rendir, ¿Verdad?

—Quizá, pero es que resulta que no quiero que te quedes esperando algo que no va a suceder. —me muerdo el labio inferior.— Y no quiero terminar siendo la mala por culpa de esta situación. Yo simplemente no quiero nada contigo ni con nadie, ¿Podrías entenderlo, por favor?

Ya no quiero seguir siendo parte de esto.

No quiero terminar siendo la mala por darle lado a alguien que no quiero en mi vida de la manera en la que él quiere estar.

Es todo.

~~~~

—¡Aprobé!

Entro al departamento y cierro la puerta a mis espaldas. Daniela se pone de pie aturdida.

—¿Quién? ¿De qué?

TÚ, YO Y LA HISTORIA QUE NUNCA SE CONTÓ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora