Cantar villancicos y abrir regalos en la playa se siente diferente. Pero genial después de todo, muy genial.
Cenamos en nuestra cabaña, Ruggero y Agustín cocinaron, Maxi y yo pusimos las risas y Valentina... Valentina se puso bonita y terminó siendo adornada por las témperas de Jared.
El hecho es que todos aquí nos divertimos.
Y he de confesar que esta convivencia realmente nos sirvió de algo, por lo menos a mí sí. Ya no quiero matar a los amigos de Ruggero.
Ahora mismo estamos jugando al yenga, o bueno, Agustín, Valentina, Jared y Maxi juegan mientras Ruggero y yo les observamos desde el sillón.
Mi cabeza reposa en sus piernas y su mano reparte relajantes caricias en mi cabello. Y respecto al juego, aunque Jared pierde evidentemente seguido, ninguno se ha aburrido todavía.
Eso es bueno.
—¡Volví a ganar!
Jared salta emocionado tan pronto la torre se cae, Valentina celebra con él.
Y por supuesto, ninguno ha tenido el valor de decirle que cuando la torre se cae, es porque en realidad pierdes.
Es que Jared está feliz así que vamos a suponer que cuando la torre se cae es porque ganaste.
—¿Podemos jugar a otra cosa?
—Claro que podemos. —cede Agustín.— Tengo una lista de juegos.
—Juguemos a Basta Ya. —propone Maxi.— ¿Saben jugar? Tiene muchos nombres el juego pero se trata de decir una letra y poner nombre, apellido y todo eso.
Todos asentimos y me ofrezco a jugar porque ese juego sí que despierta mi espíritu competitivo. Y cinco minutos después, todos estamos sentados en la sala con sus respectivas hojas.
Jared se ha ofrecido a ayudar a su padre. En realidad Ruggero va a jugar por él y Jared va a celebrar como si él hubiera ganado en caso de que suceda.
Cosa que dudo mucho porque evidentemente voy a ganar.
Debió haber hecho equipo conmigo.
Jugamos primero con la letra A y que Ruggero gane es básicamente imposible porque Jared sopló todas las respuestas. Aunque con la letra G, deciden cambiar de estrategia al parecer.
Jared se sienta a mi lado y apoya su mentón en mi brazo, sonrío besando su frente.
—¿Qué letra es esa, mami?
Señala mi hoja, sonrío.
—La “g”, mi amor.
—¿Y esta?
—La “a”
—¿Y esta tan bonita?
—“T”
—¿Y este círculo bonito?
—La “o”
—¿Y qué dice, mami?
—Gato, mi amor.
—Mi mami puso gato, papi.
Jadeo ofendida por la descarada traición, Ruggero se ríe mientras asiente y escribe en su hoja. Valentina se burla y los otros dos se quejan porque tenían el mismo animal.
Jared recorre toda la sala y le dice a su padre todo lo que ve, lo que evidentemente hace que Ruggero acabe primero y que yo me niegue a hacer valer esos puntos.
Jared me ha traicionado, aún me duele.
—Ya, es navidad y no quiero pelear. —insisto viendo a Jared bostezar.— ¿Ya tienes sueño, mi amor?
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TÚ, YO Y LA HISTORIA QUE NUNCA SE CONTÓ.
FanficNo llores por lo que se ha ido, ama lo que aún tienes.