No niego que me emocionan las expectativas de lo que podría ser la fiesta de compromiso de mi hermana bajo las condiciones de mamá. Pero nada como una fiesta de estas.
Esas perfectas fiestas en las que elijes un vestido bonito, el peinado adecuado y un maquillaje perfecto.
—Princesa...
Ruggero golpea la puerta con sus nudillos y sonrío modelando mi vestido. Sonríe mirándome a los ojos.
—Mi amor, eres la más hermosa de la fiesta.
—Ni siquiera hemos visto al resto. —me río mientras se acerca abrazándome con fuerza.
—No lo necesito, mi princesa siempre va a ser la más bonita del lugar.
—¿Aunque estemos junto a tu celebrity crush?
—Si, y antes de que comiences a componer más situaciones, déjame explicarte por qué. —me corta tomando mis manos.— Porque te amo.
—¿Y ya?
Asiente, arrugo la nariz.
—No me convence tu respuesta. Hoy no te visito en tu habitación para dormir.
Salgo de la habitación con él detrás de mí quejándose. Me río asegurando que no voy a cambiar de opinión.
Me gusta que me llene de palabras bonitas. E iniciar una discusión de mimos y ternura me hubiese encantado pero no a mi familia que ya espera.
—Pero qué hermosa que estás, mi niña.
Papá se acerca a besar mi frente y sonrío emocionada cuando me da un chocolate como siempre que vamos a un lugar.
Papá me da chocolates todas las mañanas. Desde que soy una niña. Es como su regalo de saludo.
—Gracias, papá. —beso su mejilla.— Te quiero, ¿Ya nos vamos?
—Ya, el auto está listo.
Señala la puerta argumentando que mamá y Meera ya esperan en los autos. Sujeto la mano de Ruggero caminando detrás de él.
Abre la puerta para mí, me subo y espero a que él y Daniela lo hagan antes de abrochar mi cinturón.
—Estoy lista para brillar.
Ruggero se ríe acercándose a besar mi mejilla.
—Mi princesa brilla siempre.
Ay no, la que se va a terminar casando aquí soy yo.
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Siempre soñé con ser este tipo de personas en una fiesta; la guapa y envidiada. Y es que así me siento.
Toda mi familia ha recibido bien a Ruggero y disfrutar de esta fiesta es lo mejor que me pudo pasar. Me resulta sencillo si estoy con mi novio.
—¿Más?
Asiento, Ruggero pone más crema sobre mis fresas.
Mi lugar favorito es la mesa de bocaditos y claro está.
—¿Entonces es esto lo que tenemos que superar?
Me abraza por la cintura y besa mi frente, sonrío echando la cabeza hacia atrás para mirarle.
Besa mi nariz y me río soltando un estornudo.
—No le importa superarlos o no, yo solo estaré feliz de estar con las personas que amo. —musito llevando una fresa a sus labios.— Me gusta mucho la idea de nosotros en nuestra fiesta de compromiso.
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TÚ, YO Y LA HISTORIA QUE NUNCA SE CONTÓ.
FanfictionNo llores por lo que se ha ido, ama lo que aún tienes.