25.

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Cuando di mi humilde opinión y dije que sería muy bueno que Valentina adelante la boda, no creí que la iba a adelantar tanto.

Nueve de mayo y oficialmente, estamos asistiendo a la boda de Valentina. Estoy nerviosa porque sé que no va a haber boda pero igual quiero lucir linda para hoy.

Ruggero termina de ajustar mi vestido, dejo caer mi cabello sobre mi espalda y sonrío dando media vuelta. Él besa mi hombro desnudo.

—Que preciosa estás, princesita.

Sonrío dando media vuelta para abrazarle con fuerza. Besa mi frente.

—Te quiero mucho, astronauta tonto. —musito jugando con su corbata.— Y olvidé mencionarlo, pero, le dije a papá que ya tengo novio.

—Y...

—Y te quiere conocer. —sonrío inocente.— La próxima semana es la fiesta de compromiso católica de mi hermana, y tenemos que ir a Italia, ¿Vendrás conmigo?

—Nunca había conocido a los padres de mi novia tan pronto. —sonríe.— Pero por supuesto que vamos, princesa.

Sonrío, me gusta que me diga así.

Y me gusta que se enoje cada vez que le digo astronauta. Porque le voy a seguir molestando hasta cansarme.

Nunca voy a superar que mi novio tenía una obsesión con los astronautas.

Mi novio...

Ay, es que el solo decirlo suena como un sueño.

Nos quedamos en silencio, disfrutando del momento hasta que la puerta se abre y Agustín entra luciendo su cara de amargado con Maxi detrás.

Ruggero se ríe.

—Parece que a ti no te avisaron que es una mentira.

—Es que necesitas ver a Val vestida de novia para entender. —se queja.— Está hermosa, pero es para caminar hacia aquel idiota.

—Pero ni siquiera va a decir que si. —musito entre risas.— Luces muy enojado.

—Porque lo está. —se burla Maxi.— Ha estado serio todo el día.

Agustín bufa dejándose caer en el sillón, Ruggero besa mi frente y se aleja.

—Vamos ya, la novia está por salir y seguramente el novio ya está en el jardín.

Camino hacia el espejo y retoco mi labial antes de buscar mi teléfono y tomar una foto que le envío a papá.

Hablamos muy poco últimamente, pero es porque hemos estado bastante ocupados en nuestras propias vidas. Aún así, intento contarle todo lo que hago y hacerle participe de mi vida.

Sigue siendo mi persona especial después de todo.

Y lo será siempre.

Bajamos al jardín perfectamente adornado para la ocasión, Ruggero me deja en una de las primeras sillas y besa mi frente antes de alejarse con Maxi y Agustín.

Les veo hablar con la hermana y sobrina de Liam, lucen muy nerviosas y las entiendo, después de todo, no es sencillo hacer esto.

Seguramente se van a mandar a toda la familia encima tomando en cuenta que la madre le ha pasado muchas cosas por algo a Liam tan solo porque tiene dinero y poder.

Detesto a las personas así.

—Así que ahora eres novia de Ruggero.

Dejo de mirarles y centro mi atención en Génesis, asiento. Ella sonríe.

TÚ, YO Y LA HISTORIA QUE NUNCA SE CONTÓ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora