—¿Ruggero? —Meera se pone de pie.— ¡¿Estás viviendo con Ruggero?!
—Oh, buenas tardes. —responde el italiano.— Bienvenidos a nuestra casa, quédense lo que quiera, pero no levanten la voz o van a asustar a mi hijo. Gracias.
Me muerdo el labio inferior haciéndole un gesto para que se aleje, él les sonríe a todos antes de llamar a Jared y volver a salir.
Me acerco a mirar por la ventana comprobando que tanto Ruggero como sus amigos están aquí. Y ahora Jared y Daniela los saludan a todos con emoción.
Mi pequeño es la persona más carismática del mundo, y al parecer, Valentina se ha enamorado de es hecho pues ahora mismo le está abrazando y seguramente diciendo un montón de cosas. Sonrío.
—No puedo creer que estés yendo contra toda la familia por solo un hombre al que te esfuerzas por ganar. ¿No te ha quedado claro ya que no te ama? —me dice Meera causando que le mire.— ¡Me ama a mí! ¡Está loco por mí!
—Sí, tan loco que ni siquiera te ha buscado. —le devuelvo.— No me ofende el saber si te ama o no, tú tampoco amas a Nicolás y ahí sigues. ¿Y todo por qué? Por tu comodidad. ¿Por qué yo no puedo elegir la mía?
—Basta ya. —advierte mamá.— No las quiero ver más en esa situación. Se acabó.
—Pues díganle a ella y escúchenlo ustedes mismos. —exploto.— Estoy harta. ¡Harta de ustedes y de la manera en la que se intentan meter en mí vida!
—Cuida tus palabras, Karol. —papá se pone de pie.— Porque no voy a permitir una sola falta de respeto más.
—Pues yo tampoco. —le hago saber.— Me tuvieron donde quisieron durante seis malditos años. Pasé cinco años de la vida de mi hijo evitando encontrar a su padre solo para tenerlos contentos a ustedes. Pero ya no más. ¡No más!
—Estás eligiendo a la persona que te mintió y se rió de ti por encima de tu familia. —me reprocha mamá. Sonrío.
—Pues en este preciso momento, ha demostrado ser más mi familia que ustedes. Ya me dejaron claro de una y mil maneras que no les interesa lo que hago con mi vida, lo único que ustedes quieren es que ceda al capricho de Meera y obligue a Ruggero a hacerse cargo del niño, ¿no?
Se quedan en silencio, me río negando.
—Pues en ese caso, gracias por hacerme saber que estoy fuera de sus vidas. Y gracias por su visita, ya se pueden ir.
Señalo la puerta, escucho las maldiciones de Meera pero no estoy en condiciones de seguir aguantando esta mierda por lo que simplemente doy media vuelta y me marcho esperando que sean capaces de irse también.
Estoy tan agotada de esto y del terminar pensando en que yo tengo la culpa.
Porque, diablos, si la tengo.
Tengo toda la maldita culpa.
Y si hay alguien a quién tengo que pedir perdón, es mi hijo.
Y Ruggero.
Dios, Ruggero...
~~~~
—Mami, ¿quieres un juguito?
Mi hijo entra a la habitación sosteniendo su juguito en manos, le sonrío extendiendo mi mano hacia él.
—¿Por qué no estás abajo con tu papi?
—Porque papi va a soplar sus velitas. —explica.— Y quiere que estés abajo con él.
—¿Sus velitas?
ESTÁS LEYENDO
TÚ, YO Y LA HISTORIA QUE NUNCA SE CONTÓ.
FanficNo llores por lo que se ha ido, ama lo que aún tienes.