Valentina Brescia Wunder regresa al país que la vió nacer sin saber que la magia empezaría a partir de aquél momento. ¿Qué misterios le depara la vida?
[Simón Arrechavaleta x OC!]
Basado en la segunda temporada de Casi Ángeles.
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Cuando estuvimos abajo, le sonreí una vez más y lo dejé para irme con las chicas. También lo hice para evitar avergonzarme más y no decir algo que vaya a hacerme quedar en ridículo.
Encontré a Jazmín y Mar hablando y mirando a su alrededor con cara de incomodidad.
—Como sapo de otro pozo— escuché a Jazmín.
—Claro— respondió Mar.
—Sí. Igual te digo, me encanta que estemos en otro pozo— Jazmín señaló a los chicos a su alrededor y Mar la miró —Imaginate estar en el pozo de estos tarados. Mirá lo que son.
Me reí —Espero que se estén refiriendo a ellos pero no a mi.
—¿Qué? ¡No! Vos sos divina, no sos como ellos que hablan pavadas.
—Además sos nuestra amiga— añadió Mar.
—Más les vale.
—Escuchame una cosita— cambió de tema Mar, la miramos —Escuchame hoy en la noche es la fiesta, ¿qué nos ponemos?— le preguntó específicamente eso a Jazmín —Viste como se visten estas minas.
—Ay, imaginate lo que van a ser en la noche. No.
—No, yo no voy, yo no voy. Encima yo escuché que hablaban. Hablaban de plataformas aguja, de taco, de todo— dijo Mar negando —¿Qué nos ponemos? No tenemos nada nosotras.
—Pero tenemos onda. Sí.
No pude evitar reírme ante su preocupación —Las dos se visten muy bien, enserio. No tienen por qué preocuparse así, pero si quieren... no sé, digo, traje muchas cosas que no voy a usar y puedo prestarles algo. A ver, no tendré el mejor estilo pero...
—¿Enserio nos decís?
—¡Claro! Pueden agarrar lo que quieran.
Jazmín y Mar se miraron entre ellas me sonrieron antes de asentir emocionadas. En verdad creía que las dos se veían bien, pero si podía ayudarlas a que se sientan mejor lo iba a hacer. Además, es solo un par de prendas, nada de que preocuparse.
Luego de prometerles y quedar de vernos luego del concurso, las chicas se fueron para ensayar para su acto final del concurso de canto que habría luego y les prometí que ahí estaría para verlas cantar. Noté lo nerviosa y emocionadas que estaban, pero sabía que lo iban a hacer bien.
Yo me quedé buscando a mis padres con la mirada pero no los encontraba por ningún lado. Mamá me había dicho que estaría aquí así que me parecía un poco raro no verla. ¿Se habrá olvidado? No, eso no me parecía posible, ella era la que nunca olvidaba.
—Tendré que llamarla— murmuré para mi misma.
Unos gritos llamó mi atención y miré con miedo la pelea de tres chicos. La pelea pasó a risas y entendí que estaban jugando, más no peleando. Los chicos resultaron ser Thiago, Sebastián y Simón, y supuse que ellos eran los amigos de los que Emilia hablaba antes. No pude evitar sonreír ante lo que parecía el reencuentro de tres amigos.
